lunes, 10 de diciembre de 2007

La fragilidad del árbitro

Los sectores que han impugnado la reforma electoral se aprestan a destrozar al nuevo IFE, cuyo principal blindaje debe ser el consenso entre los partidos.

En la vorágine del debate, no se ha ponderado la gravedad del desafío librado durante los últimos meses por el poder económico para impedir la virtual emancipación de la vida política, y en particular del régimen de partidos, frente a los señores del dinero.

Los operadores del intento por frenar el nuevo orden de cosas expresado en el texto constitucional diseñaron ya escenarios hasta la primavera del 2009, cuando empresarios y medios electrónicos, apoyados nuevamente por intelectuales funcionales, buscarán dinamitar la tarea del IFE, cuyo nuevo perfil final se definirá esta semana.

Los vetos, la beligerancia de la comisión que entrevistó a los candidatos para nuevos consejeros y la mutua desconfianza entre los dirigentes partidistas hacen recordar octubre de 2003, cuando la miopía de los actores dio paso a un IFE fracturado, sembrando la semilla de la crisis que en 2006 puso al país en peligro.

Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, por el PRI, así como Pablo Gómez, por el PRD, fueron los protagonistas de ese capítulo de necedad política. Por el PAN, el responsable cobró este sábado nueva notoriedad. Germán Martínez, entonces coordinador de la bancada panista y hombre de las confianzas de Felipe Calderón, mantiene esta última condición, por la cual llegó a la presidencia de Acción Nacional.

Dos testigos clave de esta historia están en condición ahora de influir para que no se repita: Manlio Fabio Beltrones y Carlos Navarrete, líderes de PRI y PRD en el Senado, fueron en aquellos años miembros relevantes de sus respectivas bancadas en San Lázaro.

El sector opuesto a la reforma electoral ha encontrado su núcleo en los medios electrónicos y en los amplios sectores sobre los que ejercen influencia. El hambre de dinero y de reflectores, o una inaceptable ingenuidad, han llevado a analistas de renombre a sumarse al intento de una azonada mediática con proporciones de un golpe de mano contra el Estado.

De las páginas de los periódicos y las señales televisivas surgió el reclamo de sumar amparos en contra de la reforma electoral, dejando de lado el principio de que no hay amparo posible contra la Constitución.

La demanda jurídica que en este sentido presentó el Consejo Coordinador Empresarial no es, en absoluto, “una vacilada”, como expresó el coordinador senatorial del PAN, Santiago Creel. El poder del dinero ha logrado adeptos en la Corte para su postura, quienes buscarán llevar este tema ante el tribunal. La acción del CCE representa, además, un punto de quiebre entre un importante sector del empresariado y Acción Nacional, que históricamente se asumió como su representante.

Esta semana la Cámara de Diputados debe aprobar las reformas al código electoral que reglamentan la enmienda constitucional. No pueden desecharse sorpresas, habida cuenta de la fragilidad mostrada en otras ocasiones por los legisladores ante el poder de la radio y la televisión, que se quedaron sin argumentos cuando sus temores sobre amagos a la libertad de expresión quedaron esclarecidos. Bien harían estos concesionarios si ampliaran en sus transmisiones los caminos para esa misma libertad, al menos como recurso para ganar autoridad moral en la materia.

En las siguientes horas, también, de San Lázaro deben surgir los nombres de los nuevos consejeros del IFE, especialmente de su presidente. El consenso sería el mejor blindaje futuro para el IFE.

De los 105 personajes entrevistados, tres parecen reunir las condiciones adecuadas para la presidencia. Se trata de Mauricio Merino, ex consejero del propio IFE; María Marván, ex presidenta y actual comisionada del IFAI —cuya participación en la contienda estaba dominada todavía ayer por la incertidumbre—, y Genaro Góngora, quien encabezó la Suprema Corte, de la cual sigue siendo ministro.

Merino se ha rehusado a cabildear su puesto con los partidos, convencido de que ello contradeciría la visión de un IFE autónomo. Su trayectoria académica y su experiencia en el tema son activos sólidos. Voces del PRI se le oponen, por el hecho básico de que la vida puso a Merino en diversas confrontaciones con Felipe Solís Acero, priísta de larga data y consejero clave de Manlio Fabio Beltrones.

Marván forma parte de una familia de sólida raigambre en la izquierda. Su hermano Ignacio milita en el “gobierno legítimo” de López Obrador. Fundó y, de alguna manera, fue arquitecta del IFAI, donde mostró capacidad conciliatoria y eficacia, por lo que fue designada para un nuevo término. De acuerdo con fuentes autorizadas, desde Los Pinos mismo le llegó la sugerencia de inscribirse como aspirante al IFE, quizá bajo la idea de que contaría con una base amplia de apoyo.

Con Góngora al frente de la Corte arrancó una nueva forma de relación entre el alto tribunal, las fuerzas políticas y la sociedad en su conjunto. Fue el primer presidente de ese poder que se reunió con los dirigente de los partidos; el primero de ellos, sí, López Obrador, pero también todos los demás. En la historia de su gestión se multiplican los ejemplos de independencia política, rigor jurídico y compromiso con el país.

No vivirá mucho quien no vea si los partidos fueron capaces de dejar atrás el expediente de confrontación para impulsar un nuevo IFE, fincado en el consenso, capaz de enfrentar la tormenta que viene.

Apuntes

  • DESDE LOS primeros momentos de la administración Fox, el jefe de la Oficina de la Presidencia, el hoy senador panista Ramón Muñoz, decidió controlar directamente a los oficiales mayores de un importante número de dependencias. Para ello aprovechó el que muy pocos de los nuevos funcionarios tenían trato personal con el presidente. Así fue como llegó a su cargo Francisco Medellín, en Educación, luego reubicado en la Función Pública, al que ahora se le atribuye responsabilidad en desvíos por 31 mil millones de pesos. Esta mafia de Muñoz es la que ha salido a defender el PAN.
  • EL DIRIGENTE nacional de los trabajadores mineros, Napoleón Gómez Urrutia, prepara una sorpresa a los diversos actores involucrados en el complejo enredo del sector: ha ofrecido a los familias de los mineros sepultados en Pasta de Conchos, en Coahuila, recursos para que intenten por su cuenta el rescate de los cuerpos. Imagine usted el drama que ello representaría.
  • BUENA SUERTE del empresario constructor Juan Diego Gutiérrez Cortina, señalado por rezagos descomunales en obras de la Autopista del Sol. En la semana recién terminada, autoridades del sector llevaron a los periodistas a verificar que todo está regularizado en esa vía. Y el viernes Gutiérrez Cortina apareció acompañando al presidente Calderón en el evento del Teletón. Fue don Juan Diego el que presentó al arquitecto Humberto Artigas con José Fox, quien lo recomendó para hacer las polémicas obras en Los Pinos, a inicios del pasado sexenio.
  • UN REPORTE del prestigiado diario londinense Finantial Times revela que Carlos Slim tiene mayor peso en la economía mexicana que el que acumulan los 10 norteamericanos más ricos, juntos, en el producto interno de la Unión Americana. El peso e influencia de Slim, dice el diario, no fue mostrado, nunca, por empresario norteamericano alguno, ni siquiera en las épocas del capitalismo más salvaje.
  • ESTA SEMANA José Narro, nuevo rector de la UNAM, concluirá la integración de su equipo. No las ha tenido todas consigo, como fue la designación de Saeltiel Alatriste como coordinador de Difusión Cultural. Cómo estarán las cosas que se asegura que el propio Narro está incómodo con la decisión. Pero lo complejo dará inicio en las próximas semanas, cuando surjan los jaloneos para determinar quiénes serán los directores de tres facultades clave: Medicina, Derecho y Ciencias Políticas. Si no hay un manejo fino, las cosas se complicarán.

expedientesabiertos@hotmail.com

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