lunes, 27 de julio de 2009

La izquierda podrida


El pésimo resultado electoral no es la causa sino sólo un síntoma de la crisis de una izquierda que ha perdido la batalla por los votos, pero también por las ideas, la coherencia ideológica y la decencia pública

 

            El pensamiento de izquierda en México representó durante muchos años una vanguardia intelectual, inspirada por estratos populares, estudiantes, académicos y de clases medias, movilizados por un ideario de justicia social, propuestas económicas de avanzada y una autoridad ideológica que le otorgaba una imagen de solvencia moral.

             Desde las elecciones de 2006, cuando por vez primera rozó el poder presidencial, la izquierda mexicana –en especial su agrupación más notable, el Partido de la Revolución Democrática- exhibe una grave involución. Lo único que el ciudadano medio percibe ya en ese flanco es una masa de líderes divididos, empequeñecidos, inútiles para el servicio público, afectados por la corrupción. Una menguante masa fanatizada, con pobreza de ideas, de rumbo y de destino.

            Se trata de un espacio en el que los nuevos liderazgos son asfixiados, y los tradicionales –Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Cuauhtémoc Cárdenas, Jesús Ortega-  le dicen a la sociedad cada vez menos cosas, y escasean quienes los escuchan. No son actores ni autores. Carecen de mensaje, y su imagen es la desesperación.    

            El trabajo de demolición viene de lejos. El desplome electoral del pasado día 5, cuando el PRD alcanzó 12% de los votos –perdió 16 distritos electorales, medio millón de sufragios y 24 escaños-, muestra consistencia con las elecciones locales celebradas tras aquella cita con las urnas del 2006: de más de 2,500 puestos en disputa, conquistó el 13.3%. El proceso lo hace retroceder casi 20 años, hasta sus primeros meses de existencia: en 1991 obtuvo 7.9% de los sufragios.

            Pero atrás de cada una de las principales derrotas existe una historia de terror. Como en el estado de México, donde el día 6 el PRD se despertó con 22 municipios menos, entre ellos los muy poblados de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chalco, Valle de Chalco y Texcoco.  En un solo día, le regaló al PRI el gobierno sobre más de cuatro millones de mexiquenses.

            Esto sólo consumó una transacción previa, pues la mayor parte de los líderes locales y estatales del PRD –algunos deellos legisladores federales- comen desde hace años de la mano del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, lo que nunca pareció molestar a la dirigencia nacional perredista, que también veía hacia otro lado cuando recibía denuncias denegocios abiertos –incluso ilegales- en los que esos dirigentes incurren con voracidad insaciable, especialmente en la zona oriente.

            El Distrito Federal, cuyo gobierno encabeza el perredista Marcelo Ebrard, tiene sus propias historias, como la derrota en Cuajimalpa, donde el delegado saliente, Remedios Ledesma, de filiación bejaranista, se había enfrentado al gobierno dela ciudad, que no sólo no hizo nada ante denuncias de corrupción en la zonas populares de esa demarcación, sino que permitió la imposición de otro bejaranista, Adrián Rubalcava. Ello volcó el voto a favor del panista Carlos Orvañanos, apoyado precisamente por los sectores populares esquilmados por el perredismo.

            Ebrard tuvo fichas propias fallidas  con la postulación de la velocista sonorense Ana Guevara, en Miguel Hidalgo, yde Bernardo Bátiz, en Benito Juárez. Estudios internos alertan que la tragicomedia de Iztapalapa le costó varios puntos al PRD en todo el país, pero fue demoledora en el DF, como lo demuestran las cifras finales en la Asamblea capitalina, que resultará incomodísima para el jefe de gobierno.

            Sume usted la incompetencia del PRD en el Guerrero de Zeferino Torreblanca, asomado a la bancarrota tras la derrota en Acapulco. O la historia de Zacatecas, aderezada con fractura interna y nepotismo. O la forma en que el narcotráfico en Michoacán ha tocado a la familia del gobernador Leonel Godoy. O los escándalos de corrupción en otras plazas clave gobernadas por el PRD, como Cancún.

            El balance es lo que vemos: una izquierda extenuada, lastrada, sin fuerzas ni espíritu. Una esperanza podrida. Para mal de todos.

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lunes, 20 de julio de 2009

Congreso transforma liderazgos


La agenda nacional no reposa más en las dirigencias de los partidos; navega entre pasillos, curules y oficinas del Parlamento. Es una revolución silenciosa que ha empezado a cambiar el rostro de la política.

 

      “Partidos parlamentarios”, les llaman los politólogos, para subrayar que el núcleo duro de su vida interna no gravita sobre sus burocracias sino  en los liderazgos de las cámaras del Congreso.  

      El contacto con la vida parlamentaria consume hoy mayores recursos materiales y humanos al gobierno –y a un enorme número de entidades privadas- de lo que nunca supuso la comunicación con los partidos, cuyos dirigentes han pasado a un segundo término e incluso, no son indispensables para procesar asuntos complejos.

      Antes incluso de que las elecciones del pasado 5 de julio se hubieran celebrado, en el Senado se abrió una ruta detrabajo para afinar las reglas del juego en la disputa por el 2012. La Junta de Coordinación Política que preside el priísta Manlio Fabio Beltrones, montó una Mesa de Evaluación de la reforma electoral del 2007, para lo cual se ha convocado a diversos expositores –entre ellos, el martes último, al reconocido profesor y periodista Miguel Ángel Granados Chapa y al autor de este espacio.

      Tal ejercicio demostrará que como ocurrió desde la gestación de la reforma, el tema electoral se concentrará en el Congreso, y en particular en su cámara alta. No sólo por la nueva dinámica que le describo, sino por una penosa debilidadde otras instancias, especialmente el IFE, el tribunal electoral y si usted me apura, el gobierno mismo, que han decidido ausentarse de las trincheras en las que esta reforma es defendida.  

      La multicitada reforma tuvo su polo opositor en los medios electrónicos, muy especialmente la televisión, la cual empieza a encontrar cómo darle la vuelta a las prohibiciones vigentes, con maniobras antes las cuales la autoridad electoral ha lucido frágil y sin casta.

      Los comicios desarrollados este año a nivel local fueron un anticipo de lo que ha empezado a ocurrir con rumbo a la sucesión presidencial: promoción abierta de precandidatos, descarada subordinación de los políticos a la pantalla televisiva, flujo de recursos públicos sin transparencia alguna.

      Paso a paso, con sus resoluciones y su carencia de pundonor, el IFE y el Tribunal van abriendo espacio para esas prácticas, como ocurrió con el aval de los magistrados  electorales para las campañas de legisladores del Partido Verde en todo el país, con el argumento de que esa actividad –con obvias implicaciones electorales-  debe estar regida por la legislación parlamentaria.   

      La moda televisiva de los “infomerciales” y el uso de precampañas con contenidos chatarra, a lo que se han sometido personajes de los tres principales partidos, es una desafío para la reforma vigente, de ahí que no baste con advertir que la misma será defendida en sus actuales términos, sino que habría que avanzar en reglamentos adicionales para que su letra y su espíritu sean respetados.

      Ello debe hacerse aprovechando el liderazgo que en este momento protagonizan los senadores, en particular actores como el citado Beltrones, los panistas Santiago Creel y Ricardo García Cervantes, o el perredista Carlos Navarrete.

      La nueva correlación de fuerzas en el Congreso hará que el PRI concentre en sus manos decisiones estratégicas, como no lo había hecho desde 1997, cuando por vez primera perdió la mayoría en San Lázaro.

      Ello resultará favorecido también por el creciente peso de los gobernadores priístas en la promoción de una agenda que tocará al Congreso procesar, pero que no tendrá ni en el PAN ni en el PRD fuerzas con el peso ni con la cohesión necesaria para conducir las cosas.

      Singularmente, en materia de medios electrónicos, es sólo en el PRI donde radica la memoria histórica de cuando el Estado era capaz de trazar una política propia para el uso de las concesiones públicas de que disfrutan estos medios. Esto provocó excesos, es cierto, como convertir a los medios en “soldados” del gobierno, pero ahora es al revés. Y nadie puede suponer que ello representa un avance democrático.

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lunes, 13 de julio de 2009

El gobierno bajo sitio


Los gobernadores priístas, verdaderos autores del triunfo del Institucional, buscarán manipular el presupuesto federal 2010; un apetito similar domina a corrientes del PAN, que podrían desfondar la base social del gobierno. ¿Calderón rendirá la plaza?

 

            El Comité Ejecutivo Nacional del PAN convocará hoy a renovar su presidencia, a la que renunció Germán Martínezel pasado día 6 para evitarle mayores costos políticos a la administración Calderón. La convocatoria determinará si todos los integrantes del CEN se van también, o se quedan y sólo figura como vacante la propia presidencia, que sería cubierta en los primeros días de agosto por el Consejo Nacional partidista.

            Héctor Larios, coordinador saliente de la bancada blanquiazul en Diputados, es el candidato “oficial” para la sucesión. Si hay un juego abierto, deberá contender con personajes con capacidad no sólo de desafiar a la jerarquía partidista sino al propio presidente de la República. Entre ellos, Santiago Creel, Javier Corral o Fernando Canales Clariond, en cuyo domicilio o alterno en la metrópoli, en la zona de Santa Fe, hubo durante el fin de semana varias acaloradas reuniones, algunas de las cuales prosiguieron en la casa de Creel, en el área de Las Lomas.

            Pero la convocatoria del CEN panista puede imponer candados, como determinar que el nuevo presidente electo lo será sólo por el año y medio de gestión que le restaba a Martínez, lo que daría paso a un líder de mera transición mientras las corrientes arriban a acuerdos.

            En la acera de enfrente, los gobernadores priístas velan armas con vistas a la definición del presupuesto federal en San Lázaro. Tiene claro su nuevo poder: lograron el triunfo de 80% de los candidatos del tricolor sus entidades, mientras que en los estados no priístas el Institucional se llevó sólo una de cuatro.

            Los mandatarios estatales quieren que sus equipos tengan control de las cosas; que sus operadores arriben a presidencias de comisiones estratégicas. Y que al fin del día, sus arcas locales engorden más que cualquier otra.

            Horas después de las elecciones del domingo 5, el líder senatorial priísta Manlio Fabio Beltrones y  Jesús Murillo -también senador y secretario general de su partido- sostuvieron un discreto coloquio con expertos del CIDE, a quienes anunciaron una transferencia sin precedentes de recursos federales a los estados. Y aclararon que la estrategia será fortalecer a los gobiernos estatales, no a los municipios.

            Esto ocurre cuando los expertos de la Secretaría de Hacienda calculan que el presupuesto de 2010 puede ser hasta 10% menor que este año, lo que representaría un recorte de casi 300 mil millones de pesos, con lógicos ajustes a los fondos para los estados, que ya han venido sufriendo en esta línea.

            Los dos más afectados hasta ahora son el estado de México, que encabeza el priísta Enrique Peña Nieto, y el Distrito Federal, que gobierna el perredista Marcelo Ebrard, los dos más claros y promovidos aspirantes de sus partidos a la sucesión presidencial del 2012. Poco cambiarán las cosas, salvo que alguien intente un cambio estructural en el manejo de los recursos federales, lo que desataría una revolución dentro y fuera del gobierno.   

 

Apuntes

  • EN SINALOAel carro completo del PRI, que por primera vez en muchos años cargó con los ocho distritos federales, echó por tierra la versión aquí consignada de un PAN estatal competitivo. Las buenas cifras del tricolor han desatado las ambiciones en el equipo cercano al gobernador Jesús Aguilar Padilla, quien ve cómo en su equipo le crecen los enanos que desean sucederlo el próximo año. 
  • LUIS VIDEGARAY, flamante diputado federal priísta por el estado de México, trae grabado el sello de los escándalos del ex gobernador mexiquense Arturo Montiel, lo que no le impide promoverse para encabezar una comisión clave en San Lázaro como plataforma para buscar ser el relevo de su actual jefe, Enrique Peña Nieto. 
  • EL PAN mexiquense, por cierto, ha iniciado un balance de sus derrotas, alentadas por la división interna que desató la designación de Ulises Ramírez como nuevo dirigente estatal, impuesto por Germán Martínez. Una de sus apuestas fallidas fue la postulación de Edgar Olvera en Naucalpan, quien fue humillado por la priísta Azucena Olivares, la cual recuperó esa plaza para su partido después de 12 años de dominio blanquiazul.

lunes, 6 de julio de 2009

Tras las urnas, ¿hacia dónde?


Caían todavía los últimos, escasos, votos la tarde de ayer cuando la administración  Calderón contaba ya con bases para asumir el castigo ciudadano. ¿Tomará un nuevo rumbo o se rendirá a mitad del camino? 

      Si como establecen los expertos, las elecciones de medio término son un referéndum sobre el gobierno en funciones, lo que ocurrió fue una sanción cívica contra el equipo que encabeza el presidente Calderón. Y si se considera que el tema central, casi obsesivo de las campañas del PAN, fue la estrategia contra el crimen organizado, ello encontró poco consenso en la voz de las urnas.

      Cuando esta columna era cerrada, anoche, el panorama electoral para el partido en el gobierno era harto sombrío. El PRI no sólo había confirmado su triunfo en los estados donde ya gobierna –con la excepción de Sonora, que acabará seguramente en tribunales-, sino que exhibía notables avances en la que otrora fueran firmes enclaves del blanquiazul.

      El Institucional, que ha practicado una especie de cogobierno con Calderón -con todos sus beneficios pero casi ninguno de sus costos-, dominaba según reportes iniciales en municipios del Valle de México donde Acción Nacional lució inexpugnable por más de una década.

      En la entidad mexiquense y en muchas más como Nuevo León, Campeche, Colima y Sonora, los candidatos priístas acumularon popularidad gracias al activismo y el despilfarro de los respectivos gobernadores, lo que incluyó una alianza abierta y descarada con la televisión privada, a ciencia y paciencia de las autoridades electorales y del propio gobierno federal, donde se ha producido –ahí sí- un cambio notorio: en algún tiempo las televisoras fueron los más fieles soldados del Presidente; hoy parecen tener al Estado a su servicio.

      La nueva Cámara de Diputados será reflejo de esta realidad. Habrá  que ver cuándo y a qué precio se concreta una “operación cicatriz” que deje atrás los denuestos y descalificaciones que aderezaron las campañas. Será San Lázaro también escenario de la propia pugna interna del PAN, donde se gesta una rebelión contra el liderazgo de Germán Martínez.

      La atención se concentrará entonces en la oficina más importante del país. Felipe Calderón, quien gusta de argumentar que se deben escoger las batallas a librar, confirmará que la última batalla lo ha escogido a él. Es la batalla por establecer un legado de su gobierno, por encauzar al país y rescatar a su partido. La batalla, quizá, por conquistar un poco de grandeza ante la historia. 

Apuntes  

  • EL PRD es sin duda, el segundo gran perdedor de la jornada. Salvo una sorpresa de por medio, perderá Ecatepec –la Iztapalapa mexiquense-, un municipio que tiene más distritos federales que Colima, Tlaxcala o Zacatecas. Y en Diputados quedará reducido casi a partido enano. En medio de la debacle, falta descubrir quién perdió más: Marcelo Ebrard o Jesús Ortega. 
  • EN NUEVO LEÓNla contienda arrojaba resultados absurdos: más de 60% de abstencionismo, y una ventaja estrecha del candidato oficial Rodrigo Medina, quien podría acabar asumiendo la gubernatura con el apoyo de apenas poco más del 20% del padrón ciudadano. Al PAN lo sepultaron sus propios errores: un mal candidato, un mal equipo y una peor estrategia. Pero le ayudaron empresarios como Alfonso Romo y sus operadores mediáticos, que también lo intentaron en el emblemático municipio de San Pedro. 
  • EN SONORA el candidato priísta a la sucesión de Eduardo Bours se llama en realidad Eduardo Bours. Se echó la campaña a cuestas, y marchó dando zancadas, hasta que la tragedia de la guardería lo metió en un tobogán. A cada hora que pasaba, más potenciales votos perdía.
  • HONDURAS es hoy algo mucho más grave que un retorno a la época de los países bananeros. Los expertos alertan que la mezcla de oligarquías internas, brutal activismo del venezolano Chávez en el istmo y  dinero de las mafias del narcotráfico pueden crear el derrumbe de los débiles Estados en toda la región, con efectos imprevisibles para México. En este momento podría ayudar la Ley de Cooperación Internacional que impulsó la senadora Rosario Green, pero que el PAN en Diputados alega que está “congelada” por órdenes de Gobernación.