lunes, 28 de junio de 2010

El PAN, la TV y el miedo

Calderón abrió un frente de batalla al propiciar la salida de Héctor Osuna de la Cofetel; veremos si tiene la templanza para, por fin, ejercer el poder en ese campo.

No parece haber tema que cause mayor frustración al interior de la administración y del llamado “Sistema PAN”, cuyos integrantes –funcionarios, legisladores, líderes partidistas- se reúnen semana a semana en Los Pinos:

Tras una década de Acción Nacional ha preservado y aun aumentado los privilegios a los empresarios de la televisión, se encuentra en ellos falta de correspondencia, deslealtad o de plano, sabotaje a la causas del presidente Calderón; la más importante, el anhelo de que el panismo siga en el poder después de 2012.

La conducta obsequiosa del gobierno ha fluido sin cesar a la pantalla: Partidas publicitarias exorbitantes, renovación de concesiones, exención de impuestos, canales digitales espejo, contratos de servicios, permisos para negocios alternos como telefonía, internet, casas de apuestas, financiamiento de encuestas...Pero todo eso, dicen voces oficiales, no ha atraído como respuesta apoyo político, alineamiento, deslinde frente a personajes como Enrique Peña Nieto y el priísmo en general en su marcha hacia la Presidencia.

Lo que las televisoras sí presentan, deploran esas mismas voces, son nuevas pretensiones, mayores exigencias, demandas judiciales cuando sus intereses son tocados, incluso superficialmente. Los amos de la tele, concluyen, no tienen llenadera.

Ese es el telón de fondo en la renuncia de Héctor Osuna como presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, el ente responsable de manejar la normatividad de radio y televisión, y actor clave también en el resto de los temas del ramo.

La cuestión es también si el gobierno y las televisoras deben preservar el modelo priísta de acuerdos de mutua conveniencia. La diferencia es que en la era priísta la televisión se subordinaba al gobierno, y ahora no sólo es al revés, sino que se ha erigido en un poder que diezma a dentelladas al Estado mismo.

Osuna fue un personaje intocable durante los cuatro años de su gestión, pese a denuncias documentadas de que su tarea estuvo regida por los intereses de aquellos a los que protestó vigilar. Tras fracasar en su intento de reelegirse, se fue con una declaración de que estaba satisfecho con los logros obtenidos –seguramente no a favor del consumidor, ni del Estado.

La respuesta de las televisoras, indirecta, cifrada, ha sido mostrar disgusto y cargar las tintas a la “doña Bárbara” de Los Pinos, Patricia Flores, integrante del primer círculo de confianza del presidente Calderón. Esos ataques se equivocan intencionalmente, pues su verdadero destinatario es el Presidente mismo.

Por todos es conocido que el cierre de espacios a Osuna fue manejado no por Flores sino por la consejería jurídica de Presidencia, que encabeza Miguel Alessio Robles, bajo la mirada atenta de Javier Lozano, secretario del Trabajo y uno de los mayores conocedores del tema de telecomunicaciones en el gobierno. Lozano no fue –o no ha sido- secretario del ramo por un rígido veto de los principales empresarios en este ámbito.

Juan Molinar Horcasitas, titular de la SCT y también hombre cercano al Presidente, no es tampoco sospechoso en este caso. En su búsqueda por deslindarse de su antecesor, Luis Tèllez, que dejó el puesto a raíz de una escandalosa extorsión, Molinar tendió puentes con Osuna -uno de los operadores de la defenestración de Téllez. Ha logrado, con muchos afanes, tener independencia ante los intereses del sector, pero está al centro de un intenso golpeteo que se agudizó por su rol en la tragedia en la guardería ABC de Hermosillo. El desgaste alcanza a su subsecretaria de Telecomunicaciones, Gabriela Hernández, de quien se rumoró al cierre de la semana que había renunciado, sea para irse a Cofetel, sea simplemente para tirar la toalla.

En las próximas horas, Calderón deberá definir quién es el nuevo comisionado de Cofetel. Una vez completos, sus cinco miembros deben designar a quien presidirá el organismo, pero el Presidente tiene en su mano la capacidad de que aquel o aquella que designe, exhiba el impulso suficiente para alcanzar la presidencia.

Fuera de Los Pinos –lo que no quiere decir fuera del gobierno-, los grupos de interés parecen inclinarse en favor de Gonzalo Martínez Pous para relevar a Osuna. Estos grupos están ofreciendo al Presidente que si los complace, las televisoras, ahora sí, apoyarán al régimen.

Se trata de una dura decisión presidencial, que marcará no sólo el resto del actual gobierno sino acaso, el destino del PAN en la Presidencia de la República.

lunes, 21 de junio de 2010

El Monsiváis de cada quien

Sabio, agudo, sorprendente, Carlos será echado de menos por sus compañeros de páginas, también como el colega generoso y solidario.

Su firma en la sección de Opinión de EL UNIVERSAL ocupó un espacio propio a partir de 1994, durante la renovación que dotó a ese ámbito la gestión de Luis Javier Solana, portador de una visión según la cual la pluralidad de México había dejado de estar en las siglas partidistas y se había depositado en múltiples voces.

En estos más de tres lustros los periodistas del diario con mayor veteranía de la ciudad conocieron a un Monsiváis que, de vivir hoy, hubiera reído de muchos de los elogios pronunciados oficialmente en su memoria, si bien se mostraría apenado ante la conmoción auténtica de su familia y de sus amigos verdaderos, como Elena, Cheli y Sabina, Jenaro o Rolando.

Si no hay ajustes de última hora, esta noche debe trasmitirse en la serie “Discutamos México”, un capítulo pregrabado en el que Carlos moderó una conversación sobre una de sus grandes pasiones: la cuidad de México. De esa debilidad, que lo arrastraba a presenciar y dar cuenta de cuanto marcara la vida de la metrópoli, se beneficiarían sus editores, colegas y lectores.

Nació en La Merced, como Jacobo Zabludovsky, como Carlos Slim. Con ambos mantenía frecuente trato, igual que con decenas más de personajes públicos, del más diverso signo; entre ellos, los hermanos Salinas, especialmente Raúl, el eterno hermano incómodo, de cuya descomposición Monsiváis hablaba con palabras duras pero pesarosas.

De sus nexos con hombres del poder siempre salió no sólo sin manchas en el plumaje sino también sin un peso más en los bolsillos. Cuando encaraba algún apremio económico –como en los últimos años, para aumentar sus colecciones de cultura popular-, la única solución que encontraba era trabajar más, iniciar un nuevo libro, solicitar mayores espacios para sus textos.

Hospitalizado desde abril, su familia refiere que pedía a su sobrina Beatriz llevarlo de regreso a casa, en la calle de San Simón, en la Portales, donde tenía tanto trabajo pendiente.

En la Redacción del diario, para nosotros, siempre aprendices, “Monsi” –como le llamaban incluso los que no le conocían- deslumbraba por su capacidad de trabajo, por la disposición a compartir su conocimiento, por la actitud para acudir a un evento de altos vuelos culturales o para llegar a bordo de una motocicleta al Foro Sol y perderse entre la multitud que escuchaba al Papa Wojtyla. Y todo lo refería en la prosa puntual, del cronista puntilloso, diestro, acaso el mejor que haya dado México en el último medio siglo.

Forjado entre pentecosteses –podía citar amplios pasajes de la Biblia-, reportaba haberse alejado tempranamente de la fe. Militante comunista en la época de la uniformidad estalinista, practicó su ideología con una distancia crítica que condimentaba con ese sarcasmo que muchos admiraron y otros tantos temieron e incluso odiaron.

En junio de 2004 aceptó la encomienda del periódico para cubrir la marcha en la que cientos de miles de personas vestidas de blanco marcharon por la ciudad para hacer un silencioso repudio contra la violencia, a lo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador respondió con acusaciones de “manipulación de la derecha”. Esa noche, Monsiváis redactó una luminosa crónica cuyas primeras palabras expresaban una clara condena contra la postura del gobierno capitalino y consignaban el inicio de una ruptura entre el político tabasqueño y un segmento clave de la sociedad.

De tanto en tanto, los periodistas de casa lo encontraban en alguna sala dándoles consejos para mejorar sus crónicas, en cursillos que organizaban Óscar Hinojosa y Alejandro Toledo, o en algún pasillo elogiando a la Familia Burrón o rememorando un duelo con Miguel Ángel Granados Chapa para determinar quién podía cantar, completas, más piezas del viejo cancionero mexicano.

Como en todos sus afectos, el que sostenía por el diario lo ejercía en el filo de una crítica solidaria e inteligente. Sus propuestas en materia de periodismo cultural devinieron en el suplemento “Confabulario”, que condujo Héctor de Mauleón.

Observador implacable, acompañaba de lejos las batallas de sus amigos. Y cuando las trincheras se apagaban y los ciclos se cerraban, siempre tuvo a la mano un comentario amable y el regalo que curaba toda herida; desde luego, un libro.

Ese fue nuestro otro Monsiváis.

lunes, 14 de junio de 2010

Los dilemas de la Corte

El dictamen sobre la guardería ABC transforma la relación Estado-derechos humanos. Sin embargo, impone una “tabla rasa” popular y efectista, quizá no justa.

Con una vida renovada desde su reforma del ’94, la Suprema Corte de Justicia había conocido pocos debates tan intensos, y tan de fondo, como el surgido por el dictamen del ministro Arturo Zaldívar sobre la tragedia en la guardería “ABC” de Hermosillo, en junio de 2009.

Nuestra Constitución otorga a la Corte una facultad singularísima –juristas consultados no recuerdan otro caso en el mundo- que subraya su calidad de “ultimo candado” en el funcionamiento del Estado en materia de derechos humanos.

“Aunque el dictamen que se emita no sea vinculante, eso no significa que no tenga consecuencias. Las tiene en el terreno de la ética y de la legitimidad democrática. Las tiene como censura de la gravedad de las violaciones a los derechos fundamentales constatadas, como mensaje a las autoridades de todo el país para que sucesos de esta índole no vuelvan a acontecer”, establece un párrafo, impecable, del texto de Zaldívar Lelo de Larrea, quien con esta postura inaugura realmente su trayectoria como ministro del máximo tribunal. Designado en diciembre pasado, tuvo antes un acreditado desempeño como constitucionalista, al frente de un exclusivo despacho especializado en promoción de amparos.

En un entorno de impunidad galopante, la determinación del pleno de la Corte sobre este dictamen, programada para hoy lunes, puede ser la luz al final del túnel en temas de justicia, pero también establecerá nuevas dimensiones a la facultad de investigación de la propia Corte. En el pasado reciente, ese mismo órgano resolvió casos como Oaxaca, Atenco y Lydia Cacho –el de New’s Divine ni siquiera lo atrajo- bajo una óptica que ahora luce miope a la luz del dictamen de Zaldívar.

Pese a resultar relevante, eficaz y desde luego popular, dicho dictamen ha despertado inquietud en juristas expertos, entre ellos algunos que profesan amistad y respeto por Zaldívar. Léase si no, el artículo del doctor Pedro Salazar, experto de Jurídicas de la UNAM. (“¿Quién es responsable de qué cosa?”. El Universal, 8 de junio).

El eje de estas preocupaciones es la duda sobre si la asignación de responsabilidades puede ser la misma en todos los casos de funcionarios mencionados. ¿Es igualmente responsable el ex gobernador Eduardo Bours, que con su vulgar arrogancia desestimó los hechos, protegió a implicados, desoyó versiones de que el incendio pudo ser intencional; comparado, por ejemplo, con el director del IMSS, Daniel Karam, quien el día de la tragedia tenía tres meses en el puesto, los que seguramente consagró a lidiar con la crisis por la influenza?

¿Cómo detectar a quienes entre los años 2000 y 2010 duplicaron el número de licencias para la operación de estas guarderías subrogadas?, con dos implicaciones que figuran en reportes oficiales: hasta 90% de ellas no cumplen con la normatividad establecida; y otra: es muy larga la lista de políticos y personajes locales, de todos los partidos, entre los beneficiados con esas licencias.

Estos son alguno de los claroscuros del tema que atraerá este día la atención nacional hacia la Corte. Un asunto que sin duda también catalizará la pugna interna hacia la renovación en la presidencia del organismo, en enero próximo. Pero eso es otra historia.

Apuntes

ELECCIONES. Ganen o pierdan, la alianzas opositoras están dando lugar a los procesos más competidos en varios estados, en particular en Oaxaca y Puebla, donde nueva encuestas revelan empates técnicos. El PAN por sí solo ha logrado lo mismo con su candidata en Tlaxcala. En Veracruz y Sinaloa hay denuncias por parcialidad de órganos locales. En el primer caso se determinó que los debates entre los aspirantes no serán televisados, lo que resulta absurdo. En Sinaloa un bombazo en el local del PAN en Culiacán desnudó el hostigamiento proveniente de la campaña oficial, lo que incluye amenazas contra editores de los diarios “El Debate”, que ya tuvieron repercusión internacional por un comunicado de la SIP.

SUPERVÍA. La vialidad que impulsa Marcelo Ebrard para conectar Santa Fe con el sur del DF quedó en vilo luego de que un juez concedió uno de los varios amparos presentados contra el proyecto. Opacidad y mala comunicación han hecho que la propia comunidad que presuntamente resultaría beneficiada tenga dudas sobre esta iniciativa.

lunes, 7 de junio de 2010

Los extravíos del PRD

Con todas sus contradicciones, el factor “Greg” ancla al PRD en su mediocridad. Podría llegar a 2012 con sólo dos entidades gobernadas: el DF y BCS.

Es posible escribir el affaire Greg Sánchez en una cáscara de nuez: Un personaje aventurero y corrupto, con un pasado tan claro como el lodo, es lanzado a la gubernaturas de Quintana Roo por un segmento del PRD pragmático, voraz, proclive a la transa. Pero la debilidad del candidato oficial priísta, el juego de intereses que impera sobre esa región obliga al sistema a aplastar el pequeño riesgo que representaba el ex edil de Cancún. Lo encarcela, no por sus múltiples pillerías locales, sino que fabrica un expediente federal que se desvanecerá cuando haya cumplido su cometido.

El PRD mantendrá a Sánchez como su candidato, convencido de que tanto la PGR como el juez de la causa atropellan la ley con el mismo testigo protegido del “michoacanazo”, quien ahora dice que bastaban 30 mil pesos mensuales para comprar a Sánchez, pero que pese a ello, fue invitado a una cumbre de capos, a la que asistió hasta el último integrante de la galería de mafiosos mexicanos.

Cuando el Tribunal Federal Electoral dirima este nuevo caso no jurídico sino político, el PRD exhibirá ya un daño mayor con rumbo a la próxima cita con las urnas, en escasas cuatro semanas. Y el impacto no se reducirá a Quintana Roo.

Nuevas encuestas en Zacatecas arrojan un crecimiento del aspirante del PRI, Miguel Alonso, cuya candidatura fue producto de la rancia pugna entre la gobernadora Amalia García y su antecesor, Ricardo Monreal. La estructura del Institucional en el estado casi se desvaneció en estos 12 años de gobierno perredista, pero Alonso ha recibido fondos a manos llenas por parte de gobernadores priístas, e incluso de uno panista, Luis Reynoso, de Aguascalientes.

Casi pasó por alto en días pasados una singular reunión entre la gobernadora zacatecana y la lideresa nacional priísta, Beatriz Paredes. ¿Cuál fue el mensaje? Si usted no cree que se trata de un hecho extraño, imagine un encuentro similar entre el dirigente panista César Nava, con mandatarios priístas como el veracruzano Fidel Herrera o el oaxaqueño Ulises Ruiz.

De toda suerte, y con Zacatecas pendiendo de un hilo, el PRD no tiene este año nada que ganar con militantes propios, salvo que en Oaxaca se consume una proeza por parte de Gabino Cue.

Por eso el perredismo mira ya hacia el 2011, cuando habrá comicios en otros tres de los cinco estados que gobierna: Baja California Sur, Guerrero y Michoacán. Si hoy fueran las votaciones, en los dos últimos perdería. En ambos, perredistas y priístas cruzan acusaciones de recibir apoyo de los narcotraficantes. A juzgar por las evidencias, curiosamente, unos y otros tendrían razón.

De continuar por ese camino, a la llegada del 2012 el partido del sol azteca podría verse con solo dos entidades gobernadas: Baja California Sur y el Distrito Federal. En este última, mes con mes Marcelo Ebrard comete otro error, falla nuevamente en sus estrategias, cae en aceptación pública, lastrado por un equipo que no le responde o le juega las contras; es decir, lo traiciona.

Si el declive del PRD en la capital se entrecruza con el ascenso nacional del PRI, y se concretan las previsiones de que el Institucional postule a buenos candidatos para Los Pinos y el Distrito Federal, en 2012 descubriremos que 15 años en el poder desgastaron demasiado al perredismo y sus corrientes en la ciudad. Sonoría entonces la hora de la alternancia, que es el mejor sinónimo de democracia.

Apuntes

PERIODISTAS. En Brasil y en Perú, donde los crímenes contra informadores están muy debajo que en México, los respectivos gobiernos anunciaron la semana última nuevas normas federales para castigar este tipo de atentados. Aquí el gobierno disimula, a la fiscalía ad hoc de la PGR se le niega apoyo, y la comisión respectiva de la Cámara de Diputados ha sesionado dos veces en un año.

EN SINALOA, donde la tensión política y criminal durante las campañas amenaza con ahuyentar a la gente de las urnas, ha surgido un movimiento ciudadano en favor del voto, que puede lograr un cambio.