lunes, 28 de enero de 2008

El manoseo sobre Pemex

Una cadena de tratos extraños, aun hoy, coloca a esta paraestatal en calidad de enfermo terminal; a nadie queda claro si se busca abrirla o destruirla. De lo que no hay duda es de lo explosivo del tema

El año pasado, justo el 2 de julio, una empresa petrolera llamada Sea Dragon (Dragón Marino) emitió un comunicado de prensa en el que anunciaba con orgullo a la comunidad internacional haber obtenido un primer contrato con Pemex, por casi un millón de dólares, para realizar perforaciones en el golfo de México.

Sea Dragon dispone de un sitio formal de internet, donde asegura que su dirección se halla en las islas Caimán, paraíso para inversionistas y aventureros. La dirección precisa es Residencia Ugland, calle South Church, Georgetown, isla Gran Caimán.

Esta compañía fue creada apenas en 2006, a unas semanas del arranque de la administración Calderón. Reportes allegados a este espacio revelan que la citada Residencia Ugland es una fachada tras la cual han encontrado cabida más de 12 mil empresas en el mundo que deben cubrir el requisito de otorgar una dirección. Al parecer, el verdadero dueño de Sea Dragon es un empresario campechano que alardea de tener contactos de alto nivel en el régimen, y muestra de ello es el referido contrato con Pemex.

Apenas la semana pasada, ejecutivos de la compañía Paradigm —que se dedica a vender programas de cómputo para detectar yacimientos petroleros— realizaron su convención mundial en México, acompañada por una campaña en medios que incluyó múltiples y entusiastas entrevistas con sus directivos, quienes anunciaron que trabajan con Pemex para el crecimiento de nuestras reservas de crudo. Informes generados en Estados Unidos advierten que Paradigm confesó haber sobornado a funcionarios de la paraestatal para obtener contratos, pero aquí nadie habla de esto.

Otra. Durante el gobierno de Fox, el entonces director de Petróleos Mexicanos, Raúl Muñoz Leos, recibió insistentes presiones para crear una empresa mixta con la compañía TMM de José Serrano —uno de los favoritos del pasado sexenio—, que estuviera dedicada al cabotaje de combustibles, esto es, la distribución en el país de derivados de petróleo, mediante embarcaciones propias o rentadas. La presión la ejerció Juan Bueno Torio, entonces director de Pemex Refinación y hoy senador de la República. El tema no prosperó pues la fórmula ya había sido practicada en épocas del PRI para beneficiar a compañías como Protexa, con resultados nefastos.

La relación de privilegios arrancados a la paraestatal, que hoy dirige Jesús Reyes Heroles, es abrumadora, pero puede ser reducida a una lista de anécdotas si no revelara la postración de lo que, más que una empresa, es una mera dependencia en cuyos presupuestos y manejo todo el mundo mete mano, todo el mundo impone su propia agenda. Quienes más conocen —y quieren— a Pemex temen que sea ya una entidad financieramente inviable, técnicamente obsoleta e incapaz de competir frente a las tendencias mundiales del sector.

Son igualmente abrumadoras las experiencias internacionales que hacen recomendable la apertura de la maltrecha Pemex al capital internacional, cuyos dueños pugnan desde hace décadas por desmembrarla y devorar sus restos. Muchas voces de analistas serios advierten que Pemex morirá si no se abre al capital privado. Pero muchos de esos analistas también dicen, con honestidad, que hoy es difícil distinguir entre quienes quieren abrir y quienes quieren destruir a esta entidad.

En marzo próximo se cumplirán 70 años de la expropiación cardenista que llevó el petróleo a manos del Estado mexicano y le permitió sacar a una nación del sistema rural para convertirla en un país industrial. Estemos preparados para que este aniversario venga acompañado de guerras de palabras y tintas.

Tal vez también traiga una paradoja: que aquellos que impulsan una “renovación” de Pemex para demostrar que la izquierda radical peca de ceguera acaben fortaleciendo a esa izquierda radical hasta extremos nunca vistos.

Apuntes

  • PESE AL ESTUPOR causado por la revelación de un intento de atentar contra el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, todo indica que se trata de una cortina de humo y que el problema es aún más grave. Reportes militares compartidos con este espacio dan cuenta de que el armamento que portaban dos comandos —cuya conducta sospechosa hizo que fueran detenidos por policías preventivos de la ciudad de México— excede por mucho lo que pudiera requerir un asesinato, así se trate de quien en el pasado sexenio se desempeñó como el zar contra el crimen organizado. El arsenal incautado incluye un cañón Rocket, una especie de bazuca de última generación dotada de un proyectil que al impactar libera 11 explosivos que viajan en distinta dirección, con lo que se puede destruir un tanque o incendiar un edificio completo. Por los lugares donde los comandos fueron arrestados, ambos al sur de la ciudad, la hipótesis más sólida es que el atentado sería contra un edificio público, o para apoyar un sangriento asalto contra un penal para rescatar a narcotraficantes. Se nos asegura que el general secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván, ha tomado cartas en el asunto.
  • ¿HABRÁ RELEVOS en las coordinaciones parlamentarias del PAN? Esa es la pregunta que surgió en las bancadas de Acción Nacional tras el arribo de Juan Camilo Mouriño a la Secretaría de Gobernación. Nadie del grupo panista en el Senado olvida que fue personalmente Mouriño quien en nombre del entonces presidente electo Felipe Calderón buscó en el otoño de 2006 vetar la designación de Santiago Creel como coordinador, que finalmente impuso Manuel Espino. El argumento de Mouriño era que si Creel no había logrado impulsar reformas como secretario de Gobernación, menos lo haría desde su escaño. Pero las cosas se han alineado de tal manera que Creel ha mostrado eficacia. El nuevo dirigente blanquiazul, Germán Martínez, lo ratificó tras arribar al puesto, lo mismo que a Héctor Larios, en Diputados. ¿Cambiarán las cosas?
  • POR CIERTO, Larios causó malestar en la administración Calderón a finales del pasado periodo de sesiones en el Congreso cuando no logró sacar la reforma penal, que ya había sido aprobada en San Lázaro y el Senado palomeó con sólo dos ligeras enmiendas, que debieron pasar por la Cámara Baja como mero trámite. Pero el tema del IFE enrareció las cosas y todo se complicó. Ahora se espera que al reanudarse actividades en febrero no haya problema, pero por las dudas mejor no apueste usted.
  • IRÓNICO lo que ocurrió durante el cierre de la semana en la Asamblea de Representantes, donde un muy quisquilloso Martí Batres, secretario de Desarrollo Social, abandonó la comparecencia que sostenía con legisladores locales, a los que reclamó haber cambiado el formato acordado y no impedir que entraran al recinto cobijas y pancartas. ¿Se trata del mismo Batres que como presidente de la propia Asamblea armaba verdaderas emboscadas durante comparecencias de funcionarios; y el mismo que como líder del PRD en Diputados armaba escándalos durante los informes presidenciales?
  • TOME USTED nota de que el presidente Calderón ha lanzado la señal de que hará una visita de trabajo a Estados Unidos para encontrarse con comunidades mexicanas en ciudades de tres estados: Nueva York, Illinois y California. La fecha podría definirse la segunda semana de febrero.
  • EL SUBSECRETARIO de Normatividad y Medios, de Gobernación, Juan María Naveja, figura entre los cambios anunciados ayer en el área, donde no dejará huella alguna. Sale debido a su incompetencia personal y a la falta de definición sobre qué tipo de relación quiere el régimen con los medios.
  • PERSONAJES de todos los ámbitos —la Corte, la política, las iglesias, la iniciativa privada— se sumaron la noche del sábado a una celebración para festejar a Perla Ealy Díaz, hija de Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente de EL UNIVERSAL, quien exhibió nuevamente su capacidad de convocatoria. Fue un escenario adecuado para mostrar el acercamiento logrado por el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y Josefina Vázquez Mota, a quien el primero abrazó afectuosamente en más de una ocasión.

expedientesabiertos@hotmail.com

Ir a la publicación original

lunes, 21 de enero de 2008

Los enigmas de Mouriño

Hay más inquietud que entusiasmo por el nuevo secretario de Gobernación, cuyas credenciales tienen poco que ver con un mejor gobierno, ya no digamos con una mejor democracia

El mismo día en que Juan Camilo Mouriño arribó a su oficina en Bucareli como nuevo secretario de Gobernación, en Los Pinos se tomó nota de la determinación presidencial para desmontar la llamada Oficina de la Presidencia de la República, la cual le había sido diseñada a la medida para ofrecerle una plataforma que ya no le será necesaria.

Esa oficina desaparecerá o tendrá sólo una presencia simbólica. Quienes imaginaban que ahí despacharía un nuevo José Córdoba Montoya o un gobierno en la sombra, no conocen a Felipe Calderón.

Este solo movimiento valida la pregunta que surgió en todas partes desde el primer momento: ¿Mouriño mismo es tan relevante para el presidente Calderón, su hombre para el futuro, o es sólo una pieza cómoda, funcional, que le permite afianzar el control sobre el gobierno, que debió empezar pagando facturas y colocado contra la pared? ¿Qué fantasma pasea hoy sobre el régimen, el del hombre fuerte; el de un nuevo Santiago Creel, anulado por pensar en su propio destino, o el del Esteban Moctezuma zedillista, a fin de cuentas ineficaz por sus propias limitaciones y porque nunca tuvo en realidad el apoyo pleno de su jefe?

Los enigmas en torno a lo que representará para el gobierno y para el país la presencia de Mouriño Terrazo en Gobernación se expresarán en momentos mucho más cercanos que el 2012 o el 2009, con las elecciones intermedias que tan razonablemente deben preocupar al panismo. Incluso, marcarán las tareas del flamante secretario en las negociaciones que le encomendó el propio Felipe Calderón para negociar reformas como la energética y la laboral.

Si algo recomendaba tradicionalmente que el titular de Gobernación fuera un abogado era que tras él debía hallarse la majestad de la ley. Pero el economista Mouriño parece ofrecer un flanco sumamente débil sobre la propia legalidad de su encargo. Esto es, si realmente cubre el requisito constitucional de ser mexicano por nacimiento para no ser considerado un secretario ilegal. Ya hubo quien se encargó de distribuir, como tarjetas de Navidad, el certificado de nacionalidad que le fue extendido en octubre de 1989 por la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Pero existe una pequeña montaña de dudas fundamentadas que en cualquier momento de tensión estallarán. Mañana o dentro de cinco años, en plena campaña presidencial, puede usted estar seguro.

En tales condiciones, ¿podrá Mouriño desempeñar su trabajo eficazmente?

Un frente inmediato lo representará el papel que le corresponde al secretario de Gobernación como jefe de gabinete, dentro y fuera del equipo.

Es sabido que el poder de Mouriño se fue construyendo sobre los huesos de algunos de sus colegas en el gobierno, como la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, o reduciendo a cenizas a otros, y que lo diga Francisco Ramírez Acuña, quien nunca supo qué se sentía ejercer el cargo. ¿Restablecerá la concordia o alentará nuevos sacrificios?

Otro tema por el que debe velar formalmente la Secretaría de Gobernación es el de la vigencia de libertades, como la de expresión. Durante los últimos meses se ha notado un endurecimiento del gobierno ante la crítica. Ello se manifiesta en el cierre de espacios para periodistas independientes, en el boicot publicitario contra publicaciones críticas, e incluso manteniendo en el limbo el nuevo estatus jurídico de la agencia de noticias Notimex, lo que no ha obstado para que desde Gobernación se le siga manipulando y censurando, como ocurre desde que fue creada. ¿Buscará apuntalar Mouriño, como se teme, una regresión de carácter autoritario?

Una encomienda expresa del presidente Calderón al nuevo huésped del Palacio de Covián es negociar la reforma energética, que tantas ambiciones despierta entre consorcios nacionales y extranjeros interesados en repartirse al cada vez más debilitado Petróleos Mexicanos. De su director, Jesús Reyes Heroles, se asegura que ha renunciado en tres ocasiones, desesperado por la falta de apoyo. Líderes sindicales de Pemex confiaron a este espacio que a finales del año pasado un “alto personaje” de Los Pinos les confirmó que la salida de Reyes Heroles ocurriría en las primeras semanas de este 2008. ¿Quién habrá sido el intrigoso que reveló semejante secreto?

Será difícil que en sus negociaciones sobre el tema, Mouriño se pueda desligar de la imagen de pertenecer a una familia con notables intereses en el asunto. Es pública la creciente dimensión del grupo empresarial que conduce su padre, que le permite tener negocios con Pemex en Campeche y en otras regiones del país, especialmente en la península de Yucatán, donde compite con otra familia famosa, los Loret de Mola, también dueños de una cadena de gasolineras y concesionarios de sistemas de transportes de energéticos. ¿Podrá Mouriño deslindarse de esos señalamientos y ser un árbitro imparcial entre las partes en el complejísimo tema energético? Suficientes enigmas para un primer día en la oficina.

Apuntes

  • EL PRONUNCIAMIENTO de una agrupación empresarial representará hoy un llamado a que el gobierno se defina sobre qué futuro ofrece en materia de telecomunicaciones. Se trata de un desplegado que firma la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable (Canitec), una especie de pequeño David que busca frenar los apetitos de ese Goliat que es Carlos Slim y su Telmex-Telcel. De acuerdo con la Canitec, Slim busca presionar al gobierno para que a sus actuales privilegios se les sume el acceso al negocio de la televisión. Así le permite ya la tecnología, pero el título de concesión con el que hace 18 años se privatizó la telefonía prohíbe expresamente a Telmex incursionar en ese campo. Ello da al gobierno de Calderón, por conducto de su secretario de Comunicaciones, Luis Téllez, una carta de negociación que puede ser aprovechada para imponer en México mejores condiciones para la competitividad o, caso contrario, ceder a las presiones y entregar al señor Slim lo que desea. Sería deseable que en este panorama se exprese ya la voz de terceros interesados, como el público usuario y otros sectores afectados por la falta de competitividad, para que todos tengamos acceso a un tema que no debe ser resuelto en la soledad de un despacho gubernamental.
  • CON EL ARRANQUE de actividades del Congreso estadounidense quedará claro que no soplan buenos vientos para la autorización del paquete especial de 500 millones de dólares destinados al combate al narcotráfico en nuestro país. La diplomacia mexicana hace su trabajo, pero es muy probable que el tema ni siquiera sea abordado en el Capitolio antes de mayo o junio próximos, con riesgo de que quede en el limbo hasta después de las elecciones de noviembre, con la consiguiente dosis de incertidumbre para México.
  • EN LA PASADA entrega informé de las vicisitudes que enfrenta la idea de un viaje del presidente Felipe Calderón por territorio norteamericano. Hoy comento que los estrategas del mandatario han determinado esperar a que pase la fecha climática del 5 de febrero, el famoso “supermartes”, cuando las elecciones primarias de los partidos estadounidenses usualmente permiten definir quiénes serán los candidatos de cada partido. Ahí se definirá qué hacer sobre esta eventual visita, que no busca tener mensaje electoral. El problema es que el proceso allá está tan complicado que acaso nada quede claro en esa fecha.
  • CUANDO ALGUNOS suponen que la reforma constitucional en materia de transparencia permitirá arraigar esta cultura, empiezan a multiplicarse señales de regresión. Corre ya el plazo de un año para que todas las leyes del país en la materia sean ajustadas a la enmienda constitucional, pero son muchos los que han comenzado a hacer trampa. En Quintana Roo, por ejemplo, donde gobierna Félix González Canto y donde la vida política sigue ampliamente dominada por el PRI, este partido ha propuesto una iniciativa de reformas que, entre otras cosas, prevé el establecimiento de un “consejo ciudadano” electo por el Congreso, para que supervise las tareas de los comisionados en materia de acceso a la información. Estas irregularidades empiezan a ser una plaga en el país, donde los órganos en la materia se hallan sometidos al acoso de los gobernadores.

expedientesabiertos@hotmail.com

Ir a la publicación original

lunes, 14 de enero de 2008

Dudas ante el imperio

La Casa Blanca está en espera de Felipe Calderón, pero Estados Unidos vive una situación singular; un error puede dañar definitivamente la agenda internacional del mandatario mexicano.

WASHINGTON.— Cuando los presidentes Felipe Calderón y George Bush se encontraron por primera vez en Mérida, en marzo del año pasado, el buen clima de la reunión permitió al mexicano pedir un pronóstico sobre la evolución política de la Unión Americana.

“Mi candidato favorito hubiera sido la señora Arroz…”, dijo Bush, bromeando con la traducción al castellano del apellido de Condoleezza Rice, la poderosa secretaria de Estado de su administración.

Poco después, frente a varios integrantes de las delegaciones de ambos países, Bush aceptó las altas probabilidades de una derrota de su partido, el Republicano, en las elecciones de noviembre del año pasado, pero introdujo un matiz singular. Le dijo a Calderón: “Creo que veremos una secuencia Bush-Clinton-Bush-Clinton-Bush.”

Con ello transmitía su visión de que la Casa Blanca, que albergó a Bush padre (1988-1993), luego a Bill Clinton (1993-2001) y ahora a Bush hijo (2001-2009), tendrá a otro Clinton (Hillary), al menos cuatro años, y luego vendrá un nuevo Bush (su hermano Jeb o su sobrino George P. Bush, hijo de Jeb y de la mexicana Columba Garnica). Nada mal: dos familias sumando 30 años en el poder del país más poderoso del mundo.

Ambos presidentes se despidieron con calidez y acordaron que Felipe Calderón correspondería a la visita a la brevedad posible. Eso fue hace apenas 10 meses. El equipo del Presidente prepara su gira por Estados Unidos para algún momento en el arranque de la primavera. Pero el panorama está tan enredado que una mala decisión puede meterlo en una trampa.

Frente a un clima político especialmente adverso con el tema migratorio, los asesores de Calderón le han propuesto hacer un recorrido por ciudades en las que habita un número importante de mexicanos, como Nueva York, Los Ángeles y quizá Chicago.

En ese periplo no habría un encuentro con Bush, lo que deberá esperar a que haya condiciones para una visita de Estado formal, que incluiría una reunión pendiente en la cual participaría el primer ministro de Canadá, Stephen Harper.

Una entrevista entre Calderón y Bush en el actual momento político-electoral que viven los estadounidenses sería, lo menos, complicada.

Las cosas en este país se están moviendo aceleradamente. Las campañas presidenciales iniciaron de manera temprana. Las elecciones son en noviembre, pero mañana, en Michigan, las convenciones internas de los partidos vivirán ya una cuarta etapa, que sumarán nueve hacia el 5 de febrero, cuando tendrá efecto el llamado “supermartes”, con primarias en 20 estados. Todo se mira aquí bajo la lente electoral. Si Calderón viene ahora, ¿a favor de quién será su mensaje, hable o no de campañas y candidatos?

El gobierno Bush seguirá a cargo de la Casa Blanca hasta el 20 de enero del próximo año, ni duda cabe, pero su administración conserva apenas el apoyo de uno de cada tres estadounidenses. Se sabe que no cuenta con los consensos mínimos para impulsar ningún tema en el Congreso, y que asuntos como la ley de migración que alguna vez ofreció impulsar —saboteada por uno y otro lados— deberán esperar al siguiente término para ser rescatados. Su propio partido toma distancia de él como estrategia electoral.

Se trata de la contienda más compleja de los últimos 50 años en la vida de los estadounidenses; la más impredecible en cuanto a sus resultados. ¿Cómo sería entendido por todos los actores involucrados un encuentro Calderón-Bush en este momento?

Otro actor es el propio Congreso estadounidense, que también concurrirá a elecciones en noviembre, bajo circunstancias especialmente reñidas. No es fácil imaginar cómo será procesada una gira de Calderón ahora, especialmente en aquellas comunidades que visite.

Medios diplomáticos cercanos a México dijeron a este espacio que si bien la canciller Patricia Espinosa insiste en esta gira, Calderón está muy reticente a llevarla a cabo. Se asume que la diplomacia estadounidense está presionando para que Calderón venga, para darle a Bush algo de permanencia en un ambiente que ya lo ha reducido a apariciones mediáticas pero ociosas.

Existe el riesgo de quedar mal con Bush si la visita se cancela en las próximas semanas —y ya no tendría sentido reponerla más tarde. Pero hay peligro de quedar peor con muchos actores más, si finalmente se lleva a cabo. Mejor para México que quien tome la decisión entienda de carambola de varias bandas.

Hay otro tema ligado a esta definición

Académicos y periodistas de diversos países de la región latinoamericana, convocados por el Instituto de Diálogo Interamericano que preside Peter Hakim, discutirán durante dos días en esta ciudad, si el nuevo presidente estadounidense —él o ella— será capaz de resucitar la relación entre Estados Unidos y América Latina, reducida a poco más que cero luego de la convulsión generada por los atentados terroristas de septiembre de 2001.

Desde Washington muchos analistas ven a la Casa Blanca abdicando de su política hacia la región, que por su parte estaría construyendo una nueva independencia frente al imperio, ajena al concepto tradicional de ser un apéndice en la política internacional estadounidense.

La emergencia de un nuevo modelo de populismo en el subcontinente, con Chávez, Evo Morales y Cristina Kirchner; modelos de izquierda eficaz en Chile y Brasil, y la apuesta de contrapesos con México, Colombia y Perú, suponen procesos que incomodan a algunos, fascinan a otros, pero inquietan a todos aquí.

La pregunta es si Felipe Calderón planea cobrar un liderazgo en la inminente nueva agenda del próximo gobierno estadounidense con la región latinoamericana. Y de ser así, cómo pretende hacerlo.

Una forma inteligente podría ser no equivocarse en este momento. Y bordar muy fino en los meses por venir.

Apuntes

  • UN ARTÍCULO de Felipe Calderón (“El camino de México”) en la edición especial de la prestigiada revista inglesa The Economist para 2008 sostiene que durante este año será “modernizado” el campo de las telecomunicaciones, con el fin de ampliar cobertura, estimular mayor competencia e integrar nuevas tecnologías. Lo que el autor decidió no incluir es que su administración soporta una enorme presión de Telmex-Telcel para que el gobierno autorice la incursión de Carlos Slim Helú en el mercado de la televisión, lo cual bloquearía indefinidamente la competitividad, cerraría el paso a nuevas alternativas y mantendría en el sector tarifas que figuran entre las más altas del mundo.
  • LAS VERSIONES recalentadas en torno a movimientos en el gabinete se concentran cada vez más en dos o tres posiciones que quedarían vacantes, entre ellas la de la Secretaría de Desarrollo Social, clave para sostener la aceptación de Acción Nacional con rumbo a las elecciones del 2009. Se da por descontada la próxima salida de Beatriz Zavala, una panista de cepa, pero ajena al grupo que controla el gobierno. La duda está en quién ocupará su sitio, pues lo mismo se da por un hecho la migración hacia allá de Javier Lozano, actualmente titular del Trabajo, que de Juan Molinar Horcasitas, hoy director del Seguro Social.
  • OTRO NOMBRE que vuelve a ser mencionado con insistencia como próximo integrante del equipo calderonista es el del priísta Genaro Borrego. Hace algunas semanas el zacatecano tuvo sin embargo un tropezón, cuando hacía gestiones ante Pemex para impulsar la causa de una compañía contratista que había entrado en pugna con una empresa denominada Sea Dragon. Borrego buscó endurecer el cabildeo en el círculo del director de la empresa, Jesús Reyes Heroles. Pero se retiró apresuradamente cuando se le explicó que Sea Dragon contaba con el apoyo de un influyente personaje en el primer círculo del calderonismo.
  • OTRA NOTICIA desalentadora para la economía mexicana este año la representará la confirmación de que el volumen de remesas virtualmente ha dejado de crecer, lo que significará un freno en el nivel de vida de los sectores marginados para los que esos recursos son fundamentales. En 2006 esos envíos de fondos, especialmente desde Estados Unidos, se incrementaron 17% y alcanzaron un monto equivalente a tres veces el volumen de todos los programas de combate a la pobreza, juntos. Pero en 2007 prácticamente no aumentaron, y no se esperan grandes novedades en este 2008.
  • POR CIERTO, en la Unión Americana se discute ya entre el Congreso y la administración Bush un paquete de medidas para alejar al fantasma de la recesión que desde finales del año pasado se levanta sobre la economía de este país. Las acciones supondrían en lo inmediato una disminución de impuestos tanto para sectores marginados como para corporaciones, a fin de estimular el gasto. ¿El gobierno de Calderón en México hará lo propio, o apostará sólo a la magia del gasto gracias a los ingresos petroleros?

expedientesabiertos@hotmail.com

Ir a la publicación original

lunes, 7 de enero de 2008

Insomnio por el TLC

La administración Calderón prendió alertas por las protestas contra el TLC; el tema lo hará toparse con el hasta ahora intocado corporativismo en el campo y con el costoso fracaso de los subsidios agrícolas.

El temor de una crisis social por el cumplimiento del capítulo agrario del Tratado de Libre Comercio recorre al gobierno desde hace semanas, pero se agudizó en los primeros días del año. El jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño, y el coordinador de asesores de Felipe Calderón, Dionisio Pérez-Jácome, supervisan lo que en los hechos es un grupo de tarea ad-hoc. Según reportes internos de Los Pinos, no hay mayor prioridad en este momento.

El dirigente de la Confederación Nacional Campesina, del PRI, Cruz López, convocó ayer en Boca del Río a diversas acciones contra el TLC, que deberán desembocar en una movilización nacional el próximo día 31. El hecho cobra mayor realce si se toma nota de que en el evento había varios gobernadores del PRI con arraigo en el sector campesino del Institucional.

En la víspera, Beatriz Paredes, dirigente nacional y quien fuera también cabeza de la CNC, hizo sus propios pronunciamientos llamando a un diálogo sobre el tema.

El gobierno del cambio, que dijo encabezar Vicente Fox dejó intacto el poder de los organismos corporativos del PRI, tanto en el ámbito sindical como en el agrario. En 2003, cuando el debate por el propio TLC generó tensión, instaló con el entonces secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, el Acuerdo Nacional para el Campo, uno de cuyos compromisos era, precisamente, revisar el capítulo agrario del Tratado. Nada ocurrió, por ello hoy presenciamos evidencias de insomnio en el equipo gobernante.

Será difícil que en la actual correlación de fuerzas, el PRI-CNC vuelva a tragarse la medicina de una mesa de diálogo ineficaz. Organismos rurales y gobierno endurecerán la pierna, con resultados impredecibles.

Subsidios, barril sin fondo

El tema rudo, como siempre, serán los dineros públicos que en forma de subsidios van a dar —más o menos directamente— a los productores rurales. Estos subsidios están enmarcados en el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural, mejor conocido como PEC. En los hechos, es un barril sin fondo: este año se gastarán en él 204 mil millones de pesos, 30 mil millones más que en 2007, y 50 mil millones por arriba de lo ejercido en 2006. El Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) lleva 16 años otorgándose, y estaba previsto para concluir en este 2008, pero la Secretaría de Agricultura, que dirige Alberto Cárdenas, anunció ya que el esquema se mantendrá durante al menos lo que resta del sexenio.

Semejante flujo de recursos es, desde luego, discutido, negociado y aprobado por el Congreso de la Unión, cuyas instancias internas —hay media docena de comités orientados a los temas rurales— han advertido en diversos documentos contra una realidad en proceso de agravamiento. También, especialmente en la Cámara de Diputados, se sabe que esos subsidios acusan las presiones políticas de grupos específicos. Por todo ello, más pronto que tarde los legisladores serán incluidos en esta tensión, lo que abrirá un nuevo frente de trabajo para la administración Calderón.

Pese a todo este dinero, más de 20 millones de mexicanos dependen hoy de una parcela cuyo producto no les permite adecuados niveles de vida. Y hablar de competir con el exterior sería una broma cruel. No es de extrañarse que sea en ese sector de la población donde organismos como la CNC recluten a su membresía. Una máxima de la antigua política expresaba que los campesinos cenecistas nunca fueron organizados para mejorar sus cultivos ni para pedir crédito, sino sólo para manifestarse y para votar. El desvanecido voto verde puede volver por sus fueros ante esta coyuntura.

La apertura impuesta por el TLC impacta a cuatro rubros delicados: maíz, frijol, azúcar y leche. Cada uno de ellos tiene un panorama distinto, no del todo malo, pues en general los precios agrícolas internacionales han ido al alza en los últimos años, en especial el maíz por su uso en la fabricación de biocombustibles. Eso disminuirá el impacto en el campo en el corto plazo, pero insumos caros traerán precios altos en los derivados de carne, leche y tortilla, lo que planta un cuarto frente de inquietud, que es la inflación.

Al final del día será difícil que la administración no decida utilizar un expediente que muchos reclamaban en coro: renegociar con Estados Unidos temas como los subsidios excesivos que se aplican allá, o las asimetrías de nuestro campo frente al estadounidense o el canadiense.

Un asunto complejo que ya le quita el sueño a más de uno.

Apuntes

  • EL CABILDEO de las empresas farmacéuticas en México hizo nuevamente sentir sus efectos y, de paso, enfrentó a dos secretarios de Estado, uno de los cuales, se nos asegura, puede estar ya con un pie fuera del gabinete. El gobierno federal, por conducto del secretario de Salud, José Ángel Córdova, determinó desechar una larga gestión del secretario de Economía, Eduardo Sojo, para abrir la importación de medicamentos, lo que podría representar una baja en el precio de los mismos al consumidor. Técnicamente, la medida suponía cancelar la obligación para que las empresas que venden medicinas cubran lo que se llama “requisito de planta”; es decir, que cuenten en territorio nacional con un laboratorio. La decisión nos igualaba en este campo con Estados Unidos, Canadá, Europa y varias naciones latinoamericanas. Pero aquí las farmacéuticas operaron eficazmente, y se determinó mantener esa obligación, dejando a Eduardo Sojo colgado de la brocha y, nos dicen, preparando su renuncia.
  • TOME USTED NOTA que el gobierno está por presentar directrices en materia de biotecnología que desatarán un debate en torno al uso de alimentos transgénicos. Se trata de un episodio más de una batalla que implica a corporaciones mundiales, como Dupont, Hoechst y Monsanto, interesadas en colocar en el mercado mexicano sus semillas o animales genéticamente modificados. Para darnos una idea de su poderío, baste citar que las ventas anuales de sólo la primera de ellas superan los 37 mil millones de dólares. La determinación del gobierno, según se informó a este espacio, será permitir el registro y cultivo de granos transgénicos en México, al parecer con excepción del maíz.
  • ACAPULCO fue una fiesta plena este fin de año. Pero el jolgorio se redujo a los corredores turísticos. A unas cuantas cuadras del boato en la zona Diamante, colonias enteras están aisladas desde hace meses por las inundaciones del último periodo de lluvias. Miles de vecinos de áreas populares han pagado una cuota para ser conectados al drenaje general, pero el gobierno municipal del perredista Félix Salgado Macedonio no muestra compromiso con aquellos cuyo voto seguramente fue decisivo para llevarlo al poder. En contraste, se acumulan las versiones de que el señor alcalde organiza juergas privadas en residencias alquiladas, acompañado de amigos o de funcionarios civiles o militares.
  • LA SALIDA de Carmen Aristegui de La W merece más de una lectura, pues se trata de la conductora de mayor prestigio en los medios electrónicos, cuya postura progresista y crítica genera críticas en grupos específicos dentro y fuera del gobierno, que, sin embargo, nunca han parecido incomodarse ante tanto conductor oficialista y venal. La W es administrada por el grupo español Prisa, que durante meses no sólo aguantó vara frente a presiones diversas, sino que promovió y presumió con plena justicia a Aristegui, al grado de postularla en noviembre de 2006 para el premio Ondas en España, auspiciado por Cadena Ser, el emporio radiofónico del propio Prisa. El hilo se rompió por ese extremo, pero la tensión central parece provenir de las desavenencias de Prisa con su socio mexicano, Televisa, y también de una aparente redefinición de la propia Prisa sobre su forma de operar negocios tras la muerte de don Jesús de Polanco.
  • OTRA PERIODISTA valiente, promotora de la equidad de género, perdió la noche del sábado su propia contienda, con el cáncer. María Victoria Llamas acudió ese día a desayunar con un grupo de colegas y amigas, pues se sentía de ánimo. Apenas al llegar tuvo un derrame cerebral que horas después le atrajo la muerte.

expedientesabiertos@hotmail.com

expedientesabiertos@live.com.mx

Ir a la publicación original