lunes, 28 de abril de 2008

El largo camino de la transparencia

En medio del ruido partidista, nadie lamenta el fracaso del intento por elevar en un año la calidad de las leyes de acceso en el país; incluso han surgido riesgos de regresión.

Cuando esta semana el Congreso de la Unión dé por cerrado su periodo de sesiones, seguramente ningún legislador levantará la voz para advertir que se violó la disposición establecida en una reforma constitucional que obliga a modificar la ley de transparencia antes del próximo 13 de junio, lo cual es ya casi imposible que ocurra.

Cómo estarán las cosas que aun los más preocupados porque el tema se haya “congelado” respirarán con cierto alivio, pues durante las últimas semanas había surgido en la fracción del PAN y específicamente en su coordinador, Héctor Larios, la propuesta de dar marcha atrás en varios de los aspectos clave de la normatividad en la materia, aprobada en 2002, lo que fue entendido como una intentona gubernamental al más alto nivel.

Vale recordar que Felipe Calderón tenía el mismo puesto que Larios hoy cuando esta ley fue aprobada casi por unanimidad.

El propio órgano que vela por este derecho, el IFAI, que conduce Alonso Lujambio, evitó abrir a mayor debate este tema, e incluso manejó con sigilo un anteproyecto de reforma que acabó perdido en algún cajón de San Lázaro. Además de afectada por una secrecía inaceptable en esta materia, la propuesta del IFAI era tan profusa y engorrosa —por ejemplo, triplicaba el articulado de la ley—, que acabó ahogándose a sí misma. Conforme a la enmienda constitucional en la materia, el mismo plazo también rige para homologar todas las leyes estatales, la mitad de las cuales son verdaderos engendros construidos a la medida del capricho de los respectivos gobernadores, reacios a permitir el escrutinio público sobre su proceder.

Sobre esto hay múltiples ejemplos, como lo que ocurre en Sonora, Nayarit, Baja California y Jalisco. Pero el caso más notable lo constituye Querétaro, donde el gobernador panista Francisco Garrido Patrón determinó suprimir la Comisión de Acceso del estado para fusionarla con la de derechos humanos, presuntamente por austeridad presupuestal, ocultando que con ello las resoluciones en materia de transparencia quedarán reducidas a meras recomendaciones, sin el carácter obligatorio —vinculante— que antes gozaban.

Egresado de la Escuela Libre de Derecho como el presidente Felipe Calderón, Garrido despertó con su decisión no sólo repulsa por tal absurdo jurídico, sino también inquietud de que ello forme parte de una estrategia dictada desde Los Pinos para anular en los hechos un nuevo derecho ciudadano.

A esto ha contribuido el hecho de que se han estado cerrando las únicas tres instancias para presentar una controversia constitucional ante este hecho: el Congreso local, dominado por panistas, muestra mansedumbre ante Garrido. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por voz de su presidente, José Luis Soberanes, inexplicablemente avaló la decisión. Hasta donde se pudo conocer el fin de semana, la Procuraduría General de la República, a cargo de Eduardo Medina Mora, deberá presentar en las próximas horas la respectiva impugnación, si no hay marcha atrás de último momento.

Pese a ello, es un hecho que el tema de la transparencia en el país encuentra cada vez menos adherentes, y no sólo en círculos políticos, sino también entre corporaciones privadas. Hace algunas semanas dos empresarios muy prestigiados, uno de ellos dueño de una tienda departamental de lujo y otro de una de las principales cadenas de tiendas de conveniencia, impulsaron un tenso cabildeo para que autoridades federales del Trabajo retiraran de sus sitios de internet los términos de los contratos de protección que tienen con sindicatos fantasma, que auspician contratos laborales con ínfimas prestaciones. Hay sindicatos que detentan, por sí solos, miles de esos contratos.

El balance es deplorable: mientras en el mundo los derechos ciudadanos se ensanchan y profundizan, aquí la mezquindad y la miopía cancelan esta posibilidad.

Apuntes: Calderón y la oposición

  • LOS TRES mandatarios que se reunieron en Nueva Orleans la semana pasada, el mexicano Felipe Calderón, el estadounidense George Bush y el canadiense Stephen Harper, compartieron sus penurias respecto a la oposición interna que los tres sufren en alto grado. Según testigos del encuentro, los comentarios ahí cruzados alentaron para que Calderón la enderezara contra sus adversarios, agrupados en el FAP y encabezados por Andrés Manuel López Obrador. El matiz obligado es que las circunstancias de sus interlocutores no son las mismas: Bush es un muerto andante, un zombi; salvo un milagro, sus errores expulsarán a su partido de la Casa Blanca en noviembre próximo; y Harper depende de cómo se construyen las mayorías en su Parlamento. Ambos pueden hablar, incluso vociferar, y nada más les pasará ya. Lo peor es que Calderón no les puede presumir ahora el repaso que les dio a sus “ridículos” opositores, porque con eso del robo de los celulares por parte de uno de sus elementos de prensa, la vergüenza debe ser mayúscula.
  • PAN, PRI y PRD corren ya encuestas y hacen cuentas de quién pagará los más altos costos tras el bloqueo de tribunas en el Congreso. Habrá que ver lo que ocurre en el debate sobre la reforma petrolera, pero no se precisa mucha ciencia para registrar el desgaste perredista y los puntos en favor de Acción Nacional, especialmente porque lo que sacó adelante las cosas fue la “tercera vía” planteada por el senador Santiago Creel. En cambio, el priísta Manlio Fabio Beltrones al parecer se desdibujó. En el gobierno se asegura que el coordinador tricolor había puesto en la mesa fichas de cambio muy caras, una de ellas relacionada con nuevas irregularidades del gobernador de Puebla, Mario Marín, quien le debe al sonorense su sobrevivencia y es un lastre cada vez más pesado.
  • EN MICHOACÁN el nuevo gobernador perredista Leonel Godoy tiene el reto de demostrar que la corriente magisterial que lo apoya, la CNTE, contraria a la lideresa Elba Esther Gordillo, no se nutre de la opacidad en la calidad de la educación. El año pasado este grupo se negó a que se aplicara la prueba ENLACE en el estado, que evalúa el desempeño de maestros y alumnos. Pero Godoy ofreció que este año sí participarán.
  • LA PESADILLA que viene en el entorno político será especialmente delicada, porque golpeará a la gente en el estómago. Se trata del alza impresionante que están teniendo diversos granos en el mundo, lo que ya se anticipaba desde finales del año pasado. El riesgo aquí no es sólo la especulación y la inflación resultante, sino la escasez, que puede obligar a llevar a cabo programas emergentes en zonas dominadas por la extrema pobreza.

expedientesabiertos@hotmail.com

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