lunes, 19 de noviembre de 2007

"El tesoro de la familia"

A la familia Ealy, siempre.
A usted, lector, compañero
indispensable en esta ruta

Nadie en Petróleos Mexicanos sabe quién acuñó la frase. Se le atribuye al ex director Raúl Muñoz Leos, pero éste niega su autoría. Sin embargo, “El tesoro de la familia” fue la figura creada para aludir a la construcción de un patrimonio clandestino de la familia Fox, alimentado por la asignación de contratos a empresas cercanas a Los Pinos.

Datos aportados a este espacio permiten confirmar que el eje más evidente de esta operación en Pemex fue el actual senador panista Juan Bueno Torio, designado en enero de 2003 director de Pemex Refinación por órdenes presidenciales, transmitidas a Muñoz Leos por el jefe de la Oficina de la Presidencia, Ramón Muñoz.

Bueno Torio fue removido a finales de 2005, cuando tanto el entonces director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, como los secretarios de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y de la Función Pública, Eduardo Romero, exhibieron a Fox pruebas contundentes, que eventualmente habían sido verificadas por el entonces director del Cisen y actual procurador de la República, Eduardo Medina Mora. Bueno Torio fue arropado después por el PAN y tuvo bajo perfil durante meses, hasta que fue lanzado como candidato a senador por Veracruz, cargo que detenta actualmente.

Pero datos en control de esta columna revelan que la nómina de los constructores del “tesoro de la familia” incluyó a los abogados Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia; a miembros de la familia Fox, como José Luis Fox, e incluso a parientes de Lilian de la Concha, primera esposa del ex presidente Vicente Fox.

Un recuento al que se tuvo acceso de la agenda personal desahogada por el ex director de Pemex, Raúl Muñoz Leos, da cuenta de que José Luis Fox se reunió en privado con aquél al menos en seis ocasiones distintas, presumiblemente para promover negocios diversos. Fuentes cercanas a Muñoz Leos confirmaron estas reuniones y que durante las mismas se habló de negocios, pero aseguraron que de las mismas no se derivó ningún tipo de acuerdo concreto.

José Luis Salas Cacho, un político-empresario de larga trayectoria en el PAN —quien dice haber sido el “cerebro” de la campaña foxista en el 2000—, aparente conexión entre los capitales regiomontanos y la asignación de negocios desde el gobierno, aprovechó a conciencia un modesto cargo de asesor externo de la Dirección General de Pemex para sostener reuniones privadas, girar órdenes, presionar e incluso amenazar a funcionarios altos y medios en la paraestatal.

Salas Cacho es hoy miembro del Consejo de Administración de la empresa naviera TMM, propiedad de la familia Serrano, una corporación que ha sido capaz de extender su influencia entre apellidos claves tanto del PRI como del PAN. En este último caso es público el acercamiento durante el pasado sexenio con Marta Sahagún, con José Luis Fox y su esposa, Luz María Lozano Fuentes.

Un reporte obtenido por solicitud de acceso a la información revela que Pemex Refinación otorgó a TMM, entre 2000 y 2007, contratos por más de 219 millones de dólares; los más cuantiosos, durante la gestión de Bueno Torio. En ese mismo periodo, la compañía PMI obtuvo contratos por apenas 128 millones de dólares, pese a ser filial de Pemex mismo.

Funcionarios de la entidad y empresarios competidores de TMM dieron testimonio a este espacio sobre cómo Diego Fernández de Cevallos ejerció presiones para que dicha compañía recibiera más contratos e incluso que licitaciones perdidas fueran canceladas para ser reasignadas en favor de la primera.

Otra empresa privilegiada fue Mexlub, producto de una singular sociedad en la que Pemex tiene 49% y su socio, el señor Salvador Martínez Garza, posee 51%, lo que le da derecho a controlar la administración de la compañía, un virtual monopolio en la distribución de lubricantes en las gasolineras de todo el país.

En 2005, al iniciarse el último tramo de la administración foxista y con Luis Ramírez Corzo en la dirección de la paraestatal se inicia un proceso judicial en contra de Mexlub, por presunta administración fraudulenta, pues nunca ha presentado cuentas del manejo de la supuesta sociedad. Una docena de demandas fueron a dar a los juzgados. Bueno Torio; el entonces secretario de Energía, Fernando Canales Clariond; abogados como Antonio Lozano Gracia, y al menos uno de los empresarios favoritos del régimen, se ofrecieron como intermediarios en busca de una solución amistosa, imposible de lograr salvo componenda de por medio. El sexenio terminó sin arreglo, y al parecer así sigue.

Información disponible arroja evidencias de que Bueno Torio no sólo fue un leal colaborador de estas causas, sino que también vio por los suyos.

Quien conversa con directivos o con líderes gremiales de Pemex se topa pronto con dos escándalos ligados entre sí. El primero habla de una concesión otorgada por Bueno Torio al señor Juan Antonio Beltrán Mata para la distribución de lubricantes en el noreste del país, específicamente en Tamaulipas. Su socio es el señor Luis Bueno Torio, hermano de nuestro personaje de hoy.

Singularmente, en Tamaulipas, y precisamente en Tampico, autoridades federales y de Pemex investigan desde hace años el tráfico ilegal de combustibles, incluso adulterados. En la paraestatal se asegura que con Bueno Torio se logró desviar la atención hacia la supuesta “ordeña” de ductos, cuando el robo real de combustibles se basa en el nulo control de los volúmenes que las refinerías entregan a las 77 terminales de almacenamiento en todo el país.

El señor Beltrán Mata, quien preside una organización de distribuidores de lubricantes, demandó a Pemex por 288 millones de pesos, en un caso donde la contraparte era la oficina de Bueno Torio. ¿Quién cree usted que ganó el juicio? Adivinó.

Esta historia exhibe mucho mayor calado, y ameritará nuevos acercamientos. Quede hasta ahí por ahora, como un expediente abierto.

Apuntes

LOS GOBERNADORES han ido cruzando datos sobre su problemática con el SNTE, que dirige la profesora Elba Esther Gordillo. Y una de las conclusiones es impresionante: el gremio cuenta con 100 mil “comisionados”, esto es, docentes que cobran sin trabajar. Un verdadero ejército dedicado a las batallas que sean necesarias. EL DIRECTOR DE PEMEX, Jesús Reyes Heroles, cayó en el engaño de uno de sus operadores internos cuando declaró que el accidente en Campeche que causó la muerte a más de 20 trabajadores fue causa del mal tiempo. Los reportes formales dan cuenta de un error humano en el diagnóstico de la tormenta, que debió obligar a retirar la plataforma que trabajaba en la zona. Pero también, alertan de corrupción de personal de Pemex Exploración, que permitió a la plataforma operar sin cubrir medidas de seguridad básicas.

INTRIGA QUE AUN personajes cercanos a Andrés Manuel López Obrador aseguren que el próximo dirigente del PRD será Jesús Ortega y no Alejandro Encinas, el más pejista. Y las especulaciones van desde un acuerdo amarrado para que el tabasqueño sea candidato presidencial en el 2012, hasta el que advierte que si López Obrador desea seguir siendo factótum del perredismo, no se arriesgará a meterse en la contienda y ser derrotado por un grupo interno.

expedientesabiertos@live.com.mx

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