lunes, 11 de mayo de 2009

Periodismo en extinción


El crimen organizado tiene como blanco a los periodistas, y ello resulta favorecido por la impunidad.  Pero la censura y las malas prácticas profesionales también hacen daño. 

      Un nuevo reporte internacional, en este caso de la Organización de los Estados Americanos, le recordó la semana pasada al mundo que México no puede presentarse como una nación democrática mientras el Estado dé la espalda al creciente número de asesinatos contra sus periodistas.

      El informe, elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, alerta sobre el impacto de este problema en las libertades del público, pues la mayor parte de los crímenes contra informadores proviene del crimen organizado. La incapacidad oficial para perseguir estos casos atrae impunidad y una extendida autocensura en los medios, que limita la capacidad de la comunidad para defenderse contra la violencia, la inseguridad y el miedo.

      De los gobernadores no puede esperarse mucho. En su nueva autonomía, están muy ocupados haciendo negocios, y de los periodistas sólo se ocupan para hostigarlos, corromperlos o someterlos con boicots publicitarios. De los jueces mejor ni hablamos.

      El esfuerzo más reciente para imponer a la PGR, que encabeza Eduardo Medina Mora, la obligación de investigar los casos más graves fue saboteado en la Cámara de Diputados. El presidente de la Comisión de Justicia, el priísta César Camacho, tiró a la basura una iniciativa en ese sentido y creó una bola de humo con una propuesta que no resuelve nada. El propio procurador Medina Mora se resiste a dotar de mayores atribuciones a la fiscalía para estos casos, creada en 2006 y cuyas limitaciones jurídicas y de recursos la vuelven inútil.

      En la administración Calderón priva la idea de que los medios deben inhibir la publicación de coberturas sobre violencia. A finales de abril, los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública, Fernando Gómez Mont y Genaro García Luna, cancelaron de último momento su participación en un foro privado donde se discutió la responsabilidad de la autoridad y de los medios ante estos temas. No asistió nadie en representación del gobierno. 

      No es poco lo que los propios periodistas pueden hacer si revisan sus procedimientos profesionales, entre ellos las políticas que los medios observan para la cobertura y difusión de temas ligados con el crimen organizado. Mucho también hay que avanzar en el plano de la ética periodística.

      Mientras tanto, la violencia, la inseguridad y la impunidad siguen dominando al país. Ese es nuestro rostro ante el mundo.

   

Apuntes 

  • EL LIBRO de Carlos Ahumada, que tanta atención ha merecido, impone dos reflexiones: ¿qué clase de clase política es la nuestra cuando un gobierno completo, el de Vicente Fox, así como el más poderoso y activo ex presidente –Carlos Salinas de Gortari- y sus operadores –Diego Fernández de Cevallos y varios figuras del priísmo, entre otros- son capaces de ponerse en manos de un corrupto consumado como este empresario de origen argentino? Y otra: dan pena aquellos que se solazan y difunden estas presuntas revelaciones sin consignar la mitomanía y la megalomanía que dominan la trayectoria de Ahumada. 
  • LA EPIDEMIA de influenza en el país acumula ya muchos aspectos opacos sobre la tarea del gobierno ante la emergencia. Pero uno de ellos sólo ha sido tocado marginalmente: ¿cuáles fueron las previsiones para proteger al presidente de la República? ¿Cuáles son las medidas previstas para ello en el llamado Plan Centinela? ¿Deben ser ocultadas a los ciudadanos? 
  • RODRIGO MEDINA, el aspirante oficial al gobierno de Nuevo León, sigue por debajo de las preferencias electorales, según las más recientes encuestas publicadas. Ello, pese a que elsindicato de los gobernadores cachorros del priísmo le hace llegar enormes cantidades de recursos. Una parte esencial de esos apoyos son operados por un moderno rey midas, Felipe Enríquez, surgido en el estado de México del lado del casateniente Arturo Montiel. 
  • EN SINALOA, en tiempos de austeridad, la comisión que vela por la transparencia pública, la Ceaipes, estrenó nuevas y más lujosas oficinas, en un edificio propiedad de Óscar Lara, ex secretario de Finanzas estatal, hoy candidato priísta a una diputación federal, que espera le sirva de escalón para buscar el próximo año la gubernatura.

1 comentario:

  1. Buenos días, los que comenzamos en esta profesión nos damos cuenta de que el periodista tiene que cambiar sus estructuras y sus modos para adaptarse a la nueva era tecnológica. La participación del público será fundamental. Le emplazamos a que visite nuestro blog. Un saludo.

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