lunes, 5 de enero de 2009

Ahí viene Obama


Son muchas las señales de que el nuevo gobierno estadounidense no tiene a México entre sus prioridades, pero la crisis económica y la inseguridad por el narcotráfico pueden desatar allá una histeria que cause daños e imponga a los políticos de ambas naciones retos adicionales.

Justo en dos semanas contadas a partir de mañana, Barack Obama será el nuevo huésped de la Casa Blanca. Los retos que lo aguardan son tan graves (guerras, recesión, desplome moral estadounidense, hastío planetario contra el liderazgo de Washington) que validan la comparación con el cataclismo enfrentado por Franklin D. Roosevelt entre 1933 y 1945.

Ni en los pronunciamientos de Obama, ni en su equipo de trabajo, incluida Hillary Clinton, su nueva secretaria de Estado —responsable de la política internacional—, se pueden encontrar trayectorias o intereses que permitan augurar que veremos pronto a funcionarios de la administración Calderón trabajando con su contraparte norteamericana para desahogar de fondo problemas comunes. De hecho, nadie sabría decir si en los hechos hay una agenda común.

La previsión es en el sentido de que la cruda realidad puede forzar al gobierno Obama a concentrarse en México. A ello lo obligaría el descontrolado crecimiento del crimen organizado y su impacto en la vida de los norteamericanos, especialmente en la frontera común.

Circula ya en forma confidencial un reporte producto de una misión enviada a México por Washington en semanas recientes para estudiar el problema. El informe alerta contra el peligro de que en los próximos años los cárteles tengan control sobre territorio justo en esa zona común.

Migración, comercio, derechos humanos y laborales serán también factores que desaten en el Capitolio o en otros ámbitos estadounidenses, una retórica que incitaría al gobierno Obama a tomar medidas contra su problemático vecino del sur.

Por ello urgirán operadores, aquí y allá, que sienten a ambas partes a conversar. Pero en este campo las noticias no son buenas. ¿Quiénes son los mexicanos con enlaces con Obama? ¿Nuestro hombre en Washington, Arturo Sarukhán, podrá ser un puente eficaz?

En la acera de enfrente también existe incertidumbre. Como es tradición, los embajadores estadounidenses en plazas clave como México, presentarán su renuncia al nuevo presidente el 20 de enero. Pero aquí Tony Garza —cuya eficacia y discreción en momentos duros le atrajeron amplio reconocimiento—, se adelantó al proceso formal y envió su dimisión al presidente saliente, George W. Bush, lo que subrayó la cercanía entre ambos.

De un posible sucesor de Garza (quien cumplirá seis años en el puesto), nada serio se sabe. Por varios motivos, es difícil que se repita la historia de Jeffrey Davidow, quien llegó aquí en 1997 como representante del demócrata Bill Clinton, y no se fue sino hasta 2002, a la mitad del primer periodo del republicano Bush hijo.

Lo que sí se anuncia en los círculos diplomáticos es la llegada de John Feeley, un integrante del Departamento de Estado con una reconocida carrera y amplio conocimiento de nuestro país. Llegaría en las próximas semanas, para constituirse en el hombre fuerte del embajador, sea quien sea. En tal calidad acompañará a México al entrar en la “era Obama”. Una entrada que no estará exenta de empellones y pisotones.

Apuntes

  • LA PASIVIDAD OFICIAL en el campo de las telecomunicaciones está provocando que los poderosos del sector busquen resolver sus asuntos con la ley de las cavernas. El fin de año trajo una campaña de difamaciones contra una de las voces más críticas de los frecuentes abusos en el medio: Alejandro Puente, presidente de Canitec. Las infamias habrían sido manufacturadas por un consorcio de origen norteño, que buscó difundirlas usando los servicios de un operador político famoso por su deslealtad.
  • EN NUEVO LEÓN, donde habrá elección de gobernador este año, los jaloneos atoran la causa de dos precandidatos naturales en el PRI y en el PAN. El gobernador Natividad González Parás busca imponer a su secretario de Gobierno, Rodrigo Medina, cancelando cartas con mayor trayectoria. Y en Acción Nacional el tren en el que Fernando Elizondo corría hacia la postulación está siendo frenado en favor de su correligionario y tocayo Fernando Larrazábal.
  • SERÁ HASTA el próximo lunes 12, y no hoy, cuando reaparezca Carmen Aristegui en la señal radiofónica de MVS de Joaquín Vargas, acompañada de una agresiva campaña.

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