lunes, 26 de enero de 2009

PRD inicia nueva marcha


Así sea en lo oscurito, sus corrientes se sentaron a pactar; el expediente electoral interno quedó cerrado; las candidaturas están disponibles para la negociación, y el diálogo avanza. ¿Los comicios serán un escalón o un nuevo tobogán para el sol azteca?

La frase de “brega de eternidad”, que identifica al panismo, bien podría marcar el trajín de las izquierdas mexicanas en pos de la siempre elusiva unidad, que hoy parece abrir una tenue brecha por la cual el dirigente del PRD, Jesús Ortega, ha empezado a caminar, ora con pasos de bebé, ora a zancadas.

Casi nueve meses, como un parto difícil, tomó resolver la convulsión intestina desatada por la elección de líderes en todo el país. Este partido con más de 20 años de vida, muestra ya la madurez para contar por primera vez con un dirigente no designado por el hombre fuerte.

Ortega tiene como contrapesos a Andrés Manuel López Obrador, que este domingo volvió a mostrar su fuerza, y también, a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, otro actor ineludible.

Pero la cabeza de los llamados Chuchos se ha consolidado no sólo en la dirigencia nacional sino en las representaciones regionales del perredismo. Las últimas dudas fueron borradas con el desfondamiento del Partido del Trabajo. No sólo atrajo a miles de militantes y líderes hartos del larguísimo caciquismo de Alberto Anaya. También tornó ridículo el discurso de muchos cercanos a AMLO que presentaban al PT con una casa alterna viable.

Las negociaciones entre el equipo de Ortega y los operadores de López Obrador y de Marcelo Ebrard han concretado el acuerdo de no llevar a elección abierta al menos 250 candidaturas de diputados de mayoría para la renovación de la Cámara Baja; pactar también plurinominales, y repartir postulaciones clave en los comicios locales de este año.

Entre éstos destaca el estado de México, donde el PRD gobierna al 50% de los habitantes, el PAN al 25%, y el PRI tiene una estrecha base de sólo uno de cada cuatro electores. En la renovación de alcaldías, se sabe que en Ecatepec, hoy del PRD, y Atizapán, en manos del PAN, el Institucional librará la batalla de la que dependerán la gobernabilidad en la entidad y en buena medida, las aspiraciones futuristas del gobernador Enrique Peña Nieto.

Más allá de los spots para mejorar la imagen del PRD, los procesos electorales representarán una prueba de ácido para conocer si el liderazgo de Ortega permite emprender una nueva larga marcha en favor de la unidad, o si las izquierdas se deslizan nuevamente por el tobogán de la confrontación interna.

APUNTES

  • MARCELO DE LOS SANTOS, gobernador panista de San Luis Potosí, recibió desde la primavera pasada una instrucción del presidente Calderón: “Busquemos a un externo”. Sellaba así distancia entre Los Pinos y el aspirante blanquiazul al relevo gubernamental, que ya punteaba desde entonces: Alejandro Zapata, a quien los calderonistas consideran desleal, arrogante y demasiado fiestero. Pero Zapata, como Calderón en su momento, llegó a la postulación sin contar con la bendición de arriba. Don Marcelo no pudo o no quiso cumplir la encomienda. Pero sí perfiló a quien fuera su secretario de Salud, el popular doctor Fernando Toranzo, que jugó en las internas del PRI, donde estaba amarrado el diputado federal Jesús Ramírez Stabros, sin trayectoria local pero con el apoyo del líder camaral Emilio Gamboa y del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto. Ellos esperaban que la dirigente nacional Beatriz Paredes operara simplemente la designación. Incluso se gestionó que el magisterio local se inclinara en favor de Ramírez. Pero Paredes no pudo o no quiso encumbrarlo. De mucho valieron las dos décadas de Toranzo promoviendo proyectos de salud a favor de los más pobres, especialmente en la Huasteca. Hay reportes de una llamada presidencial muy contrariada al gobernador por la llegada de Toranzo. Ello da cuenta de que el PAN se puede llevar una sorpresa en las urnas, y que más de uno piensa que De los Santos juega con dos cartas.
  • LICITACIONES POR MILES de millones de pesos para el abasto y administración de medicinas a hospitales del ISSSTE, que dirige Miguel Ángel Yunes, serán asignadas en las próximas semanas. Los cabildeos —algunos de ellos apadrinados por políticos—, las presiones e incluso los intentos de sobornos dominan estas horas. Las diversas partes filtran documentos con acusaciones, ciertas o falsas. En este terreno jabonoso lo que urge es total transparencia.

Ir a la publicación original

No hay comentarios:

Publicar un comentario