lunes, 12 de enero de 2009

Los políticos grillan la crisis


El acuerdo impulsado por la administración Calderón, insuficiente y tardío, buscó en realidad frenar el cabildeo que desde el Senado intentaba convencer a los empresarios de buscar otras rutas y aislar al Presidente.

Durante las últimas semanas de 2008, coordinadores senatoriales bajo la batuta del priísta Manlio Fabio Beltrones, empezaron a concertar foro con la dimensión del realizado por la reforma petrolera, pero ahora sobre la crisis económica. Ello fue interpretado como un intento de adelgazar el consenso público, especialmente del empresariado, en torno al gobierno, lo que precipitó el anuncio del presidente Felipe Calderón del pasado miércoles.

Datos aportados a este espacio revelan que dirigentes privados como Ricardo González Sada, de Coparmex; Armando Paredes, del CCE, y Claudio X. González, del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, habían recibido ya una invitación para un foro que daría paso a un pacto, con o sin el gobierno. En esta cumbre estaba ya confirmada la participación del ex presidente español Felipe González, lo que suponía el aval del mayor magnate mexicano, Carlos Slim.

En varios casos, los encuentros con líderes de la iniciativa privada incluyeron la presencia de Pedro Aspe, el secretario de Hacienda durante el sexenio de Carlos Salinas —cuya responsabilidad en la devaluación del ‘94 está documentada. En los discretos coloquios, a él correspondió pintar los más sombríos escenarios y recomendar la confección de un pacto, de cuya marca registrada parece sentirse autor.

De ahí que el lanzamiento del Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo tuvo que ser aderezado con llamados a la unidad, desplegados periodísticos y otros indicios de la inquietud gubernamental sobre los efectos políticos de la crisis, especialmente en este año electoral.

El problema es que la erosión de la confianza empresarial empezó desde el verano pasado y no es obra de la oposición, sino de la percepción de que la autoridad ha sido incompetente para evaluar los alcances del problema y sus posibles soluciones.

Prueba de ello ha sido la cautelosa reacción observada en los hechos ante el acuerdo. Luego todos voltearon hacia el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, para conocer su postura. El viernes —un día calculado para no golpear los mercados— el funcionario calificó de “optimista” el pronóstico del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que este año creceremos 0%.

La suspicacia sobre el programa oficial se nutre en la persistencia de energéticos caros, en la negativa a preservar el IETU, en el “reciclado” de programas ya anunciados —como el de empleo y vivienda popular, o los apoyos a las Pymes. Pero en especial, en la tan cacareada pero aún pendiente inversión en infraestructura, que desde el año pasado arrastra un subejercicio gigantesco, especialmente en el ámbito de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que encabeza Luis Téllez. De ahí que muchos especialistas identifiquen en el gobierno, pero también en la oposición, sólo afanes “grilla” con rumbo a las elecciones. Diferir acciones reales puede provocar en 2009 un impacto más suave de los problemas. Pero en el 2010 nos asomaremos al precipicio. Entonces nos llegará el verdadero golpe, brutal, de la crisis.

Apuntes

  • LE FALLÓ EL TINO al secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, quien premió como trámite inútil el que para hacer cambios en las actas del Registro Civil del DF se necesite una resolución judicial. Tal restricción, que busca otorgar certeza jurídica, está no sólo vigente en la absoluta mayoría de los códigos civiles del país, sino también en el federal, en el artículo 134, que dicta: “La rectificación o modificación de un acta del estado civil no puede hacerse sino ante el juez de lo familiar y en virtud de sentencia de éste…”. ¿Se politizó el concurso para echar una pedrada al gobierno capitalino?
  • LUEGO DE UN 2008 negro en materia de seguridad de los periodistas en México, este año comenzó con el atentado contra las instalaciones de Televisa en Monterrey. Poco se espera tanto de autoridades locales como federales para esclarecer los hechos.
  • NO DEBEMOS pedir al presidente Felipe Calderón, ni esperar del mandatario electo de Estados Unidos, Barack Obama, sino buenas fotos, algunas sonrisas y frases positivas, durante el encuentro de ambos de hoy. El único funcionario de Obama con autoridad para intervenir es James R. Jones, consejero de Seguridad Nacional. Todos los demás deben aún esperar la ratificación de su Congreso. No pueden, pues, ir mucho más allá de buscar que haya buena química.

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