lunes, 7 de diciembre de 2009

Embestida precoz de la telebancada

Esta semana detonará la maniobra para sacar adelante una nueva Ley de Medios, impulsada por PRI, PRD y quizá, un sector del gobierno Calderón.


No es una novedad que ya se le haya bautizado como “mini Ley Televisa”, en alusión al grosero despliegue de fuerza con que esa corporación mediática y sus aliados impusieron su voluntad en 2006 al Congreso de la Unión para abrir nuevas líneas de negocio y blindarse jurídicamente.

No es sorpresivo tampoco que ante la influencia de las televisoras para designar a operadores suyos en diversos grupos parlamentarios en la actual legislatura, la llamada telebancada impulse iniciativas que anulen lo dispuesto por la Corte en 2007, gracias a la acción de constitucionalidad promovida un año antes para frenar, en el máximo tribunal, lo arrancado a legisladores y partidos por el poder de las televisoras.

Lo sorpresivo es quizá que estos poderes mediáticos hagan un nuevo alarde y promuevan su intentona en el Senado de la República, donde han logrado que el PRI –con el peso de Manlio Fabio Beltrones incluido- y el PRD avalen un paquete de propuestas que de entrar en vigencia, restituirían privilegios a los medios electrónicos, como el otorgamiento de refrendos permanentes, sin licitación de por medio, contra lo que dictaminó la Corte en junio de ese 2007 al derogar el artículo 16 de la ley en la materia, que ahora busca reponerse sin memoria ni sonrojo.

Con el mismo sello de la casa que en 2006 logró una aprobación unánime en Diputados, en el Senado el asunto tiene prisa. Existe ya un proyecto de dictamen aprobatorio que se buscó votar la semana pasada en la Comisión de Radio y Televisión que preside el perredista Carlos Sotelo, para llevarlo al pleno mañana martes. Los senadores panistas Ricardo García Cervantes, Santiago Creel y Marko Cortés impugnaran tal precipitación ante el presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, lo que retrasó temporalmente el proceso.

De aprobarlo la cámara alta, el asunto tendría un día de campo en San Lázaro, donde medio centenar de legisladores, de diversos partidos, exhiben compromisos escandalosos con la radio y la televisión. A juzgar por la arrogancia del sector -que en días pasados hizo que sus operadores políticos se pasearan en el Senado-, seguramente se busca resolver el tema antes del próximo día 15, cuando el Congreso entra en receso.

El enigma real aquí es cuál es la posición del gobierno Calderón, y si estas propuestas reflejan la reciente promesa del Presidente de una reforma profunda en el campo de las telecomunicaciones.

Las iniciativas de PRI y PRD incluyen muy tímidos avances para medios comunitarios, un asunto que, se sabe, preocupa al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Si con ello se deja contento a Los Pinos, es probable que veamos una nueva “cargada” a favor de estas reformas regresivas, que arrastraría a un segmento del PAN en el Senado, como ocurrió con la exención fiscal para quien incursione en las nuevas licitaciones del espectro radioeléctrico para servicios de telefonía móvil, lo que, se anticipa, supondrá privilegios adicionales para Televisa y sus aliados en este proyecto, presumiblemente la española Telefónica, que dirige Francisco Gil Díaz.

Esa exención –calculada en 6 mil millones de pesos- fue públicamente impulsada por el PRI y enfrentada por PAN y PRD en el Senado, hasta que el referido Gómez Mont dijo a los senadores del blanquiazul que el propio presidente Calderón avalaba la iniciativa, lo que derivó en una forzadísima retirada de Acción Nacional en Xicoténcatl. Una nueva “línea” de esta naturaleza franquearía el paso a la Ley de Medios que ahora confeccionan formalmente PRI y PRD.

Lo que ocurra en las próximos horas evidenciará si el país es capaz ya de resistir estos avances que depredan y someten al Estado, o si casi cuatro años de debate en la materia han sido inútiles ante los intereses creados que engarzan a unos y otros.

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