lunes, 24 de marzo de 2008

Un mes para Calderón

El tren de la historia pasa en abril frente al gobierno; el Congreso entrará luego en receso, y después sólo vendrá la batalla del 2009

En las naciones donde hay reelección de presidentes, su primer periodo lo usan para resolver los problemas más urgentes, consolidar poder y garantizar un segundo término; ya después —en el sexto o séptimo año de mandato— definen su legado.

En México las cosas son diferentes, para decirlo de buena manera, o están de cabeza, si usted lo quiere poner así. Aquí es cada vez más claro que nuestros presidentes disponen de un máximo de dos años para pasar la prueba de la historia.

Desde 1997, cuando el PRI perdió la mayoría del Congreso, los presidentes han encabezado gobiernos de minoría, sometidos a un juego de toma y daca, del que dependen para dar resultados. La administración Calderón formó con el PRI una coalición oficiosa que marcó una ruta de reformas importantes —cuya magnitud crece si se le compara con el mediocre desempeño del foxismo, pero menores si se atiende a la magnitud de los desafíos del país.

El próximo año habrá elecciones intermedias. Al actual periodo de sesiones del Congreso le resta un mes a partir de mañana; en la Legislatura de septiembre los partidos tendrán la vista en los próximos comicios y los diputados habrán empezado a brincar a otros trapecios. En medio de una recesión cuyos efectos se extenderán este año y el que viene, pensar hoy en un aumento en la presencia del PAN en las cámaras puede ser más que un acto de generosidad.

Singularmente, lo que el gobierno Calderón haga este mes puede determinar no sólo su sitio en la historia, sino el destino electoral panista. Hoy se ve como remoto, pero un desplome de Acción Nacional en las urnas en el 2009 haría que la Presidencia calderonista se redujera, para efectos prácticos, a tres años.

En el escritorio del Presidente se halla una propuesta de reforma energética cuya presentación ante el Senado estaba prevista para esta semana. El escándalo Mouriño afectó la estrategia —como un torpedo en la línea de flotación de una nave—, por lo que en las próximas horas se definirá si la iniciativa sale de Los Pinos, o surge en el Senado mismo, con las obvias dificultades que ello representará en la negociación. No deja de preocupar al gobierno el enorme potencial de este asunto para fortalecer y aglutinar a su principal adversario, el PRD.

La pregunta es si a la luz del contexto descrito, la agenda del gobierno debe reducirse a este tema, o adelantar nuevas definiciones. Pero incluso las leyes que ya se veían venir, como la de telecomunicaciones, o la laboral, están en punto muerto, a lo que se suma la escasez de operadores. El gobierno ofrece, así, señales de agotamiento en su capacidad de iniciativa, o de sometimiento ante intereses creados.

Por si hiciera falta, esta misma semana reaparecerá en el escenario el fantasma de la “familia feliz” del panismo: los señores Fox. Desde hace semanas se dispone ya de una investigación suficientemente “amarrada” para proceder en contra de los muy prósperos hijos de la señora Marta Sahagún. Pero los recientes reacomodos dentro del panismo y una negociación con el ex mandatario para reducir su perfil público, han hecho hasta ahora recomendable no recurrir a ese expediente.

Sin embargo, si se tardan mucho pueden quedar con los dedos atrapados en el cajón. Pregunte usted si no a don Arturo González de Aragón, el auditor superior de la Federación, quien ya tiene listo el informe sobre el cierre de gestión del pasado sexenio, que debe hacer público en los próximos días.

Es en estas circunstancias cuando puede surgir la mano amiga del priísmo, que tan buenos servicios ha ofrecido al gobierno Calderón en los últimos 15 meses. Pero en aquel solar las cosas también comienzan a descomponerse.

El líder de la bancada senatorial del PRI, Manlio Fabio Beltrones, es el rostro más visible en la coalición que ha permitido formar mayorías en el Congreso. Eso sucede también en otros países, pero de régimen parlamentario y siempre son públicos los intereses que estas coaliciones ponen en la agenda pública. No ocurre así en nuestro caso.

La personalidad y experiencia de Beltrones han permitido encauzar lo que en los hechos son intereses de diversos personajes del priísmo, muy notablemente los gobernadores. Y según el asunto bajo discusión, no es difícil rastrear dónde están las posturas de Natividad González Parás, Ulises Ruiz, Fidel Herrera o Enrique Peña Nieto; sobre este último, por ejemplo, basta con escuchar al senador Jesús Murillo Karam, número 2 en la dirigencia que encabeza Beatriz Paredes.

Hasta ahora las cosas han marchado sobre ruedas, o casi. Pero los apetitos del 2009 hacen que la caravana se acerque cada vez más a terreno hostil. Es posible que una vez que concluya abril todos entremos en territorio comanche.

Apuntes: Ajustes en el limbo

  • UN EFECTO de la crisis Mouriño del que se habla poco es que diversos ajustes en el gabinete que estaban programados para estos días han quedado en el aire. Por ejemplo, hace dos semanas ya se daba por hecho que Manuel Rodríguez, el subsecretario de Comunicaciones, se iría a su casa, por objeciones sólidas a su desempeño levantadas por Mouriño. Hoy Rodríguez vive políticamente en estado vegetal, lo que afecta al sensible sector de la infraestructura, con la lógica preocupación del titular del área, Luis Téllez, quien no quiere que le envíen a un improvisado.
  • NO ES una sorpresa que la elección interna del PRD esté dominada por las acusaciones mutuas. Ni siquiera llama la atención el nivel de irregularidades, que también se han presentado en los procesos del PRI e incluso del PAN. Lo que es dramático en el caso del partido del sol azteca es el nivel de discrepancia interna, que se expresa en el desplegado de Cuauhtémoc Cárdenas y en los pronunciamientos de ganadores y derrotados. Hace seis años, en marzo del 2002, tras comicios igual de accidentados, el PRD formó una comisión de notables encabezada por Samuel del Villar, que tardó meses en presentar un informe que todos desdeñaron después. ¿Ahora qué?
  • LA PROFESORA Elba Esther Gordillo ve acercarse mayo con deleite, pues es un escenario en el que el gremio magisterial cobra muchos favores al gobierno, tanto en el ámbito federal como en el local. Ahora, sin embargo, abundan los indicios de que la ambición puede romper el saco.
  • LA CONAGO, ese frente de gobernadores que no acaba de nacer, encara presión interna pues un grupo de mandatarios se pregunta por qué siempre sus deliberaciones deben terminar con una especie de pase de lista frente al Presidente de la República. Ya verá usted, la próxima reunión es en Toluca.

expedientesabiertos@hotmail.com

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