Una pelea a dentelladas dentro del PRI, y de éste con Hacienda, marca las últimas horas de la negociación sobre el gasto federal. Perdimos, otra vez, la posibilidad de un debate sobre alternativas para la nación.
En un circo de tres pistas, la madrugada de hoy se resolvían detalles centrales del presupuesto federal. Un puñado de legisladores priístas, que representan a los principales facciones que dominan a ese partido, arrancaban a dentellas recursos a la Secretaría de Hacienda para atender apetitos de los gobernadores del tricolor o de algunos de sus sectores corporativos internos.
El momento confirmaba el extravío del liderazgo formal del coordinador priísta, Francisco Rojas, quien literalmente estuvo borrado del mapa por una ausencia oficialmente atribuida a un mal respiratorio que si bien le impidió cobrar estatura política pero en cambio lo salvó de un ridículo similar al vivido durante la discusión de la Ley de Ingresos.
En este contexto, el protagonismo lo cobró Luis Videgaray, presidente de la Comisión de Presupuesto gracias a su cercanía con el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto. A Videgaray, hombre de pocas luces, se le escuchó decir en reuniones oficiales que él no tiene jefes, pero lo que sí exhibe desde hace semanas son dos sombras: sus compañeros de bancada Alberto Cano Vélez y Sebastián Lerdo de Tejada, reconocidos éstos como operadores de Manlio Fabio Beltrones y de Beatriz Parees, respectivamente, considerados, como Peña, aspirantes presidenciales.
La pelea a cuchilladas con el gobierno por los recursos públicos y la sorda pugna interna en el priísmo eran imágenes que anoche se complementaban con una fracción del tricolor ignorante de todo y en espera de “línea”; una bancada del PAN subordinada y sin pundonor, y un PRD vacío no sólo vacío de fuerza sino de ideas.
Era así como el país se encaminaba a definir su gasto federal, que en otras muchas naciones está siendo herramienta clave para superar la crisis e incluso para redefinir su propio rumbo. Aquí, esto es lo que tenemos. Habrá tiempo suficiente para lamentarlo.
Apuntes: Sectur y SRA la libran
CON LA PEOR CRISIS en el sector que se recuerde, la dependencia que encabeza Rodolfo Elizondo tendrá la oportunidad al parecer de demostrar por qué despertó un rechazo general la propuesta de la administración Calderón de suprimir a la Secretaría de Turismo y encuadrar sus actividades en Economía, acaso la entidad con más bajo crédito público en el gobierno. El reto es enorme: este año el ingreso de divisas en el sector caerá cerca de 2 mil millones de dólares, y los problemas en este ámbito requieren una interlocución vigorosa. La pregunta es si el secretario Elizondo conserva los arrestos, la salud y el apoyo presidencial para seguir haciendo su tarea. El Congreso simplemente pareció ignorar la propuesta oficial de suprimir Turismo, lo que al parecer también beneficiaría a la vetusta Reforma Agraria, no así a Función Pública, que sí desparecería.
EL SEGURO POPULAR era anoche también motivo de grave pugna en San Lázaro, ante la protesta de gobernadores priístas por el cambio de reglas en la asignación de presupuestos de esa entidad, que la dotarían de mayor transparencia. En realidad los mandatarios estatales se han empezado a acostumbrar a incluir las respectivas partidas en su erario estatal y luego hacer que cuadren las cifras de atención a beneficiarios.
EN SINALOA el camino hacia la designación del candidato del PRI va hacia una guerra civil por la obstinación del gobernador, Jesús Aguilar, de imponer a su amigo y socio, el controvertido alcalde de Culiacán, Jesús Vizcarra. Empresarios locales que han apoyado al senador Mario López encaran una serie de presiones que incluyen auditorías fiscales y amenazas directas. En esta situación se hallan lo mismo viejos simpatizantes de López Valdez –un reconocido empresario estatal-, y promotores de campaña, pero en la misma canasta han sido metidos medios de comunicación, tanto grupos de radio como periódicos, que no se han sometido al dictado de la casa de gobierno.
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